Si te encuentras bajo una situación tensa y de enojo, déjame decirte que tu organismo produce una mayor cantidad de sustancias químicas, entre ellas la adrenalina, que altera el funcionamiento normal de nuestro cuerpo.
-Cerebro izquierdo: mal autocontrol, malas decisiones, déficit cognitivo y de concentración.
-Cerebro derecho: Reacciones agresivas, mala memoria, insomnio, ansiedad, irritabilidad y depresión.
-Tiroides: hipotiroidismo, agotamiento, caída de cabello, piel seca y sobrepeso.
-Páncreas: incremento de insulina, diabetes, deseo de comer harinas y dulces.
-Corazón: taquicardia, palpitaciones, hipertensión arterial, riesgo de infarto cardíaco o cerebral.
-Arterias: arteriosclerosis por inflamación que oxida el colesterol unido al calcio en placas obstructivas.
-Sangre: defensas bajas a virus, hongos, cáncer, más plaquetas con plasma pegajoso que crean riesgo de trombos y embolias.
-Piel: alergias, sudoración con mal olor corporal, manos y pies fríos.
-Digestivo: intolerancias digestivas, llenuras, gastritis, reflujo, flatulencia, aumento de bacterias malas, pobre asimilación de nutrientes y vitaminas.
-Huesos: descalcificación progresiva de los huesos hasta la osteoporosis.
-Grasa corporal: incremento de depósitos de grasa en la mitad del cuerpo y síndrome metabólico.
-Vejiga: frecuentes deseos de orinar.
-Músculos: sangre estancada da dolor crónico, fátiga, calambres y temblores musculares.
-Pulmones: respiración superficial y agitada, con mareo y confusión por hiperventilación.
-Ojos: Mayor sensibilidad a los sonidos y a la luz que irrita al sujeto.
-Glándulas suprarrenales: tratan de manejar el estrés y la ira, crónicamente fatiga general.
-Hígado: sobrecarga hepática: mala desintoxicación, estanca la sangre y deseos de ingerir ácidos.
-Acumulación de estrógenos: causando mayor riesgo de cáncer, quistes mamarios y de ovarios, miomas uterinos.
Fuente: vivecaribe