Las gotículas, el contacto con las manos y las nubes de partículas virales (aerosoles) en espacios cerrados mal ventilados son los principales modos de transmisión del coronavirus, que también puede sobrevivir nueve horas en la piel y hasta 28 días en las pantallas de los teléfonos.
Gotículas
El primer modo de transmisión del coronavirus identificado es el de las gotículas de saliva expulsadas por una persona infectada cuando tose o estornuda, pero también cuando canta o habla.
Los científicos creen que este tipo de contaminación requiere un contacto cercano, de entre un metro y un metro y medio.
Por otro lado, estas gotas son relativamente "pesadas", caen rápidamente y no permanecen suspendidos en el aire.
Contactos y superficies
El virus también puede adherirse a una superficie sucia por las gotículas, como manos, pañuelos, vasos, grifos, manijas de puertas, botones de ascensores o pasamanos. El riesgo de contaminación se produce al tocarse la cara después de tocar esas superficies.
El virus sobrevive nueve horas en la piel, en comparación con las 1,8 horas del virus de la gripe, según un estudio japonés publicado en la revista Clinical Infectious Diseases.
Pero la aplicación de desinfectantes de manos a base de alcohol neutraliza ambos virus "en 15 segundos".
En un ambiente fresco y oscuro, el coronavirus SARS-CoV-2 puede sobrevivir hasta 28 días en las pantallas de los teléfonos, el vidrio, el acero y los billetes de banco que tienen plástico polímero (que existen en Australia, Canadá y Gran Bretaña, entre otros países), según un estudio de la agencia nacional de ciencia de Australia (CSIRO).
Sin embargo, "esto no significa que esta cantidad de virus pueda infectar a alguien", dijo Trevor Drew, director del Centro Australiano para la Prevención de Enfermedades, en declaraciones a la cadena pública ABC.
El mensaje principal sigue siendo que "las personas infectadas son mucho más contagiosas que las superficies".
"Pero esto puede ayudar a explicar por qué, incluso cuando ya no queda gente contagiosa, a veces [la epidemia] regresa incluso si el país se considera libre de virus", añadió.
De ahí las recomendaciones de no darse la mano, de lavárselas frecuentemente con jabón o gel hidroalcohólico, y de desinfectar regularmente las superficies, especialmente en el trabajo y en los lugares públicos.
Aerosoles
En zonas cerradas y mal ventiladas, los aerosoles --esas nubes de gotitas microscópicas con partículas virales que se liberan con sólo respirar-- pueden recorrer mayores distancias y aterrizar directamente en las caras de otras personas en un perímetro de hasta casi 2 metros.
Se sospecha que estas nubes invisibles permanecen en el aire durante minutos o incluso horas, dependiendo de la ventilación.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos actualizaron recientemente su lista de posibles modos de propagación del coronavirus para incluir los aerosoles, aunque el principal, según los CDC, siguen siendo las gotitas respiratorias en forma de saliva que lanza una persona infectada.
Los CDC coinciden con muchos científicos en que este riesgo debe ser tenido en cuenta. Este modo de transmisión "no puede excluirse", reconoció también la OMS a principios de julio, en particular en "ciertos lugares cerrados, como los lugares concurridos y mal ventilados" y cuando las personas están presentes "durante un largo período de tiempo".
Se desconoce la dosis de partículas de virus necesaria para causar una infección, pero cuanto mayor sea la dosis, "mayor será la probabilidad de infección", dijo recientemente a la ADP Steve Nigelle, un genetista especialista de virus de la universidad de Harvard.
Las implicaciones para la prevención
"Hay tres modos de transmisión: gotitas, aerosoles y manuportaciones, sin saber la parte relativa de cada uno. Así que tenemos que mantener todos los gestos barrera y abrir las ventanas", dijo a la AFP el profesor Arnaud Fontanet, epidemiólogo del Instituto Pasteur.
Las corrientes de aire favorecen la dispersión de las partículas virales. Y el mensaje de airear continuamente también se aplica a la gripe.
Las principales medidas de prevención son llevar una mascarilla que cubra la nariz, sobre todo en el interior de lugares colectivos, lavarse frecuentemente las manos con jabón o gel hidroalcohólico y el distanciamiento físico.
En el exterior, el uso de mascarillas en lugares muy concurridos es cada vez más recomendado.