Cuando se tiene una alimentación poco adecuada el cuerpo se llena de toxinas que el hígado, órgano que se encarga de eliminarlas deja de hacer su función adecuadamente y comienza a tener trastornos, a lo cual se le conoce como hígado graso; en datos revelados por Healthline indican que el hígado graso afecta al 25 por ciento de la población mundial y desencadenan padecimientos relacionados con la diabetes tipo 2, la obesidad y otros trastornos que son resultado de la resistencia a la insulina.
Asimismo, sus principales síntomas se relacionan con niveles altos de insulina, de triglicéridos, fatiga, debilidad, dolor leve en el área central o derecha del abdomen, por mencionar algunos.
Una buena dieta y seguir una adecuada alimentación podrían prevenirlo e incluso revertir lo como explica el médico internista Gabriel Santana.
FRUTAS Y VERDURAS
Incluirlas en todos los alimentos será básico, las más recomendables son fresas, espinacas, limón y granos integrales. Además, se puede añadir tamarindo ya que tiene propiedades descongestionantes del hígado.
EVITAR CONSUMIR ALCOHOL
Una de las principales razones por las que se desarrolla esta enfermedad es por el consumo excesivo de alcohol; por ello, se deberá dejar por completo este tipo de bebidas.
CONSUMIR AVENA
Será un gran acierto consumir al iniciar el día un plato de cereal, que contiene azúcar excesiva, un plato de avena acompañado de frutas que le den sabor hará sentirse satisfecho y lleno de energía para comenzar la mañana.
ACEITE DE OLIVA
El consumo de este tipo de aceite disminuirá el colesterol, además de prevenir la diabetes y la hipertensión arterial.
INCLUIR FIBRA
Los alimentos ricos en fibra ayudarán a tener una sensación de saciedad mayor; asimismo, absorberá con mayor eficacia los nutrientes de éstos.