Decenas de miles de apasionados por los perros se reunieron el jueves en el mayor salón canino del mundo, Crufts, que volvió a la ciudad inglesa de Birmingham tras la pandemia, pero sin participantes rusos, excluidos debido a la invasión de Ucrania.
En la enorme feria de 10 hectáreas situada en las afueras de la ciudad, perros de todos los tamaños y razas se preparaban para competir en categorías específicas, desde las pruebas de agilidad hasta las de adiestramiento y el "flyball", una frenética carrera persiguiendo pelotas de tenis.
Muchos de sus cuidadores decidieron este año llevar una cinta en el pecho con los colores de la bandera ucraniana, en señal de apoyo al país invadido por Rusia.
"Es mi forma de demostrar que pienso en ellos", dice a la AFP Sara Davies, del noreste de Inglaterra. "Yo puedo hacer mi vida con normalidad, ellos no", añade esta mujer de 63 años, que participa por primera vez en Crufts con Laxi, su pastor alemán negro que duerme a sus pies.
Más de 20.000 perros deben participar en el certamen, toda una institución en el Reino Unido, donde competirán hasta el domingo en concursos de belleza, agilidad y adiestramiento.
Pero "condenando la invasión de Ucrania" a finales de febrero, el Kennel Club, organizador del evento, decidió "no permitir que compitan los participantes de Rusia". Inicialmente se esperaba que asisitieran unos 30 propietarios y criadores y 51 perros de ese país.
"Nuestros amigos de Ucrania y sus perros temen por sus vidas y haremos todo lo que podamos para apoyarlos", afirmaron los organizadores, anunciando una donación de 50.000 libras (65.000 dólares, 60.000 euros) a una obra benéfica para perros, con el fin de "ayudar a los criadores, a los propietarios y a los perros que lo necesitan desesperadamente" en Ucrania y Polonia.
El Kennel Club, que tiene federaciones en muchos países, también excluyó a los jueces caninos con licencia en Rusia y Bielorrusia de las competiciones que organiza en todo el mundo.
- Pandemia y Brexit -
Pese a la guerra, Crufts pretenden ser "esa pizca de alegría en un mundo que vie días bastante tristes", afirma Mark Beazley, director general del Kennel Club.
Tras la cancelación de la edición de 2021 por el covid-19, los apasionados de los perros no se habrían perdido el salón por nada del mundo.
Sentada junto a Bumbee, su imponente terranova, la Stacie Young está deseando que llegue la competición. "La pandemia fue difícil de sobrellevar, ella solía jugar regularmente con otros perros en los concursos y luego, de la noche a la mañana, no había nada", recuerda.
Pero aunque ya se hayan levantado todas las restricciones en el Reino Unido, el certamen no ha vuelto a sus niveles anteriores a la pandemia.
"Después de varios años en el limbo, habíamos previsto un descenso en el número de participantes, debido tanto a los cambios (en la normativa) para los viajes de mascotas tras el Brexit como a las consecuencias de la pandemia, con mucha gente, sobre todo del extranjero, que no puede viajar o planificar un viaje", explicaron los organizadores.
El Crufts atrajo a unos 150.000 visitantes en 2020, pero se espera una menor participación este año.
Este año, 16.000 animales de 38 países compiten por el prestigioso título de "mejor perro del salón". Entre ellos, cerca de 1.800 vienen de otros países, una cifra muy inferior a la de hace dos años, cuando participaron más de 3.000 perros llegados del extranjero.
Como consecuencia de la salida británica de la Unión Europea, desde octubre de 2021 los europeos precisan pasaporte para viajar al Reino Unido, en lugar de un simple documento de identidad, y sus mascotas están sujetas a estrictas normas de vacunación e identificación.