Con la pérdida de grandes ríos, principalmente por la construcción de represas, el mundo desperdicia fuentes de agua y afecta la biodiversidad que le es consustancial, por lo que es imperioso replantear las estrategias para protegerlos, advierte el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
México es exitoso en el manejo de sus ríos, con reservas cuya función es mantener una cantidad de agua en los afluentes para que fluyan permanentemente, dijo el director de Agua del WWF, Eugenio Barrios.
Barrios, también presidente del Comité Nacional de Humedales, órgano mexicano que apoya al gobierno en la aplicación de la Convención de Ramsar, afirmó que en el mundo existen muchos ejemplos de soluciones para proteger a los ríos y, al mismo tiempo, satisfacer demandas de electricidad y alimentación.
A propósito del estudio “Mapping the Word’s Free-Flowing Rivers”, elaborado por la WWF, la Universidad de McGuill y otras instituciones, que advierte que en la actualidad sólo un tercio de los ríos más largos del mundo fluyen libremente al mar, Barrios dijo que es vital entender la importancia de los ríos para cuidarlos.
“Lo importante es partir del entendimiento de que los ríos no son solamente una fuente de agua, tampoco un cuerpo receptor de desechos, ni de aguas residuales, son un gran ecosistema que tiene características, como la conectividad natural, para conservar su funcionamiento”, expuso.
Aseguró que los ríos como tal y la biodiversidad asociada sobreviven por conectividad, “los afluentes deben estar conectados desde las montañas hasta el mar para que fluyan, además hacia los lados, es decir se desbordan y acarrean nutrientes a tierras aledañas, pero también hacia abajo, a los acuíferos”.
“Entender a los ríos solo como una fuente de agua es como si entendiéramos que los tigres y elefantes fueran para estar en el circo. Tenemos que entender que deben estar en la selva, en sus lugares de origen, libres, con toda una función en términos de la cadena alimenticia, igual que los ríos”, destacó.
Aunque hay necesidades humanas que cubrir, “lo que no se vale es acabar con los ríos porque estamos acabando también con todos los beneficios que aportan”, señaló y enfatizó que los problemas que existen con los ríos son por la falta de manejo, de visión, de planeación.
“México es un ejemplo de manejo exitoso de sus ríos, tiene un buen número de reservas de agua”, sostuvo y puso como ejemplo de ello el río Usumacinta, que está protegido, no tiene represas y es muy importante para la pesca, reserva de agua para el medio ambiente y para la gente.
Afirmó que “esta reserva se estableció con base en el reconocimiento de la conectividad”, hay especies como sábalo y róbalo que migran de Tabasco, Golfo de México, a Montes Azules, Chiapas, como parte de su ciclo reproductivo, y son fuente de alimentación y de bienestar para pescadores.
Como el Usumacinta es una reserva, se impide que haya represas por lo que se mantiene como el río más grande de México y el más importante en términos de biodiversidad, subrayó Barrios, quien también refirió que el caso contrario es el río Grijalva, lleno de represas.
Para proteger a los ríos se requiere de un enfoque de planeación, hacer más eficientes a las represas que ya existen e identificar bien los afluentes donde no se tendrían que construir porque hay otros beneficios más importantes, enfatizó tras destacar que sí “es factible encontrar balances”.
Precisó que México tiene una norma de caudal ecológico con la que se calcula cuánta agua debe permanecer en un río con base en los requerimientos del ecosistema para mantenerlo saludable. Sin embargo, reconoció que también hay casos de ríos muy explotados, que se han secado o que ya no llegan al mar.
Para Barrios, hay nuevas maneras de entender el reto de generar electricidad con proyectos de energía eólica y solar que se complementen con pequeños sistemas hidroeléctricos, lo que sería muy eficiente para lograr un equilibrio y proteger a los ríos.
“Si seguimos haciendo las cosas de la misma manera vamos a acabar con los ríos o con buena parte de ellos y con todos sus beneficios. Tenemos que ser muy responsables con el agua”, enfatizó al hacer un llamado a la sociedad para involucrarse en su rescate porque, además de la gran riqueza que representan, “los ríos son un gran paisaje, embellecen”.