El tratado para proteger los mares "ha tardado demasiado", lamentó este jueves el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ante la nueva ronda de negociaciones de este acuerdo crucial para los océanos, prevista para inicios de 2023.
En una sesión especial de la Asamblea General de la ONU para celebrar el 40 aniversario de la adopción de la Convención de Naciones Unidas para el Mar, el secretario general de la ONU alertó de la "situación desastrosa" de los océanos.
"Actualmente, el 35% de la pesca está sobreexplotada en el mundo. El nivel del mar aumenta. El océano se acidifica y se asfixia debido a la contaminación. Los arrecifes de coral, indispensables para la vida, se están blanqueando y muriendo", desgranó Guterres, antes de instar a los países a ser "más ambiciosos" para proteger los océanos y a todos los que dependen de ellos.
Entre las herramientas de protección, está el tratado para la "conservación y la utilización sostenible de la biodiversidad marina de las zonas no sujetas a la jurisdicción nacional", que se lleva negociando quince años.
El texto pretende proteger el 60% de los océanos y sus tesoros de biodiversidad que quedan fuera de las zonas económicas exclusivas (ZEE) de los estados -hasta un máximo de 200 millas náuticas de las costas-.
Ante la imposibilidad de cerrar el acuerdo en marzo pasado, en agosto hubo otra ronda negociadora que también fracasó.
La Asamblea General debe dar luz verde a otra nueva ronda negociadora, prevista inicialmente del 20 de febrero al 3 de marzo de 2023, según las fechas publicadas el jueves en la página web de la conferencia.
"Este instrumento que ha tardado demasiado en ver la luz, es indispensable para el restablecimiento de la salud, la resistencia y la productividad de los océanos", comentó Antonio Guterres.
"Estábamos muy cerca de un acuerdo en la última sesión de agosto (...). Ahora, más que nunca, debemos dar muestras de flexibilidad para lograr nuestro objetivo común: un tratado ambicioso, universal, eficaz, inclusivo, justo, equilibrado y preparado par el futuro", declaró el embajador de la de UE Olof Skoog.
Este tratado, que excluye los fondos marinos y sus recursos mineros cubiertos por otro acuerdo, prevé, sobre todo, la creación de zonas marinas protegidas, la realización de estudios de impacto medioambientales y la repartición de los posibles beneficios procedentes de la explotación de los recursos genéticos de alta mar.
"Si queremos garantizar un futuro sostenible para nuestros océanos, ahora, más que nunca, necesitamos un acuerdo", comentó el jueves a la AFP, Liz Karan, de la ONG Pew Charitable Trusts.