Este arbusto trepador llega a medir hasta ocho metros de altura, a decir del portal Ecología Verde, ofrece preciosas flores rosadas, blancas, amarillas, salmón, rojas o moradas en ramas espinosas, sus arbustos se vuelven espectaculares, especialmente durante los meses cálidos, en los que muestra su llamativa floración.
Las bugambilias necesitan una gran cantidad de luz natural para desarrollarse adecuadamente, prefiriendo las condiciones de incidencia directa de sol durante buena parte del día.
La luz es uno de los pocos puntos vitales a la hora de saber cómo cuidarlas y generalmente no se dan en interiores, pues no crecen como deberían. Pero si se planta en una maceta es importante ubicarla en una habitación lo más iluminada posible, cerca de una entrada de luz natural, como una ventana grande.
Esta planta está adaptada a suelos pobres en nutrientes, por lo que no necesita que se enriquezca su tierra con una gran cantidad de materia orgánica. De hecho, si se planta en exterior, no llevará bien que se abone el suelo en exceso. En maceta en cambio, sus necesidades aumentan, tal y como sucede con todas las plantas, y agradecerá un aporte de fertilizante, mejor si este es líquido, cada dos semanas durante los meses cálidos.
Con sus flores se puede hacer una gran variedad de tés para diversas enfermedades como los bronquios y en agua fresca tiene un sabor muy especial.
Es importante recordar que es trepadora por lo que el botánico Mauricio López Cuevas recomienda ayudarla con entubados mediante alambres que le ayuden a trepar por la pared lo cual asegura que se desarrolle, además de darle guía correctamente en la dirección deseada.