El Parlamento Europeo aprobó este jueves una hoja de ruta para acelerar el uso de combustibles sostenibles en la aviación y así reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte aéreo.
Esta guía, que será la base de las negociaciones entre los eurodiputados y los Estados del bloque, establece que los combustibles disponibles en los aeropuertos de la Unión Europea (UE) incluirán al menos un 2% de renovables en 2025, un 37% en 2040 y 85% para 2050.
Estas tasas mínimas son significativamente superiores a los objetivos propuestos inicialmente por la Comisión Europea, que proponía un piso de 32% para 2040 y de 63% para 2050.
En tanto, los eurodiputados piden ampliar la definición de combustibles considerados "sostenibles".
En el borrador presentado por la Comisión, el término cubría los combustibles sintéticos (fabricados extrayendo hidrógeno del agua y CO2 atmosférico) o biocombustibles de residuos agrícolas, algas, biomasa y aceite de cocina usado.
Sin embargo, el Parlamento propone añadir a la definición los combustibles a base de carbón reciclado producido a partir del tratamiento de los gases emitidos por las instalaciones industriales.
Los eurodiputados excluyeron los biocombustibles elaborados a partir de cultivos destinados al consumo humano o animal o derivados del aceite de palma y la soja.
El eurodiputado liberal danés Soren Gade dijo que "la aviación es uno de los sectores más difíciles de descarbonizar. (...) Si no actuamos, nos veremos obligados a dejar de volar" para poder cumplir las metas de lucha contra el cambio climático.
La asociación de compañías aéreas A4E (Airlines For Europe) aplaudió la adopción del plan pero recordó que los combustibles sostenibles serán sensiblemente más caros que el queroseno de aviación.
Por ello, la entidad expresó el temor de que los dispositivos previstos sean insuficientes para que las aerolíneas puedan hacer frente a la competencia de compañías de fuera de la UE que se atengan a una normativa distinta.