La extensión invernal del hielo marino del Ártico 2019 es la séptima más baja en el registro satelital, según científicos del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo, y la NASA.
El reporte señaló que la extensión máxima de este año fue de 14.78 millones de kilómetros cuadrados, 860 mil kilómetros cuadrados por debajo del promedio máximo de 1981 a 2010, equivalente a la falta de un área de hielo más grande que Texas.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) detalló que la cubierta de hielo marino del Ártico es una extensión de agua de mar congelada que flota sobre el Océano Ártico y mares circundantes, se espesa y se expande durante los meses de otoño e invierno.
Apuntó que el hielo marino se adelgaza y se contrae durante la primavera y el verano hasta alcanzar su grado mínimo por año en septiembre.
Lejos de sus ciclos estacionales, la extensión del hielo marino del Ártico se ha visto disminuida durante las temporadas de crecimiento y fusión en los últimos 40 años.
“Si bien este año no fue un récord, la extensión máxima todavía apunta a una disminución sostenida en el hielo marino de invierno”, afirmó Melinda Webster, científica de hielo marino en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.
“Las temperaturas en el Ártico fueron un poco más altas que el promedio y vimos mucha pérdida de hielo en el mar de Bering, pero nada de este invierno fue tan extremo o dramático en comparación con los últimos años y los mínimos históricos”, sostuvo.
La NASA precisó que el incremento de las temperaturas en el Ártico durante las últimas décadas es un factor en la reducción de la capa de hielo marino.
El hielo multianual, el más viejo y grueso que actuó como un bastión contra la fusión para el resto de la capa de hielo marino, casi ha desaparecido, puntualizó la agencia espacial estadunidense.