Alemania, Dinamarca, Países Bajos y Bélgica anunciaron el miércoles que quieren instalar cerca de 150 gigavatios de turbinas eólicas en el Mar del Norte de aquí a 2050, para convertirlo en la "central eléctrica verde de Europa" y prescindir de los hidrocarburos rusos.
"Queremos cuadruplicar nuestra capacidad total de energía eólica marina para 2030 y multiplicarla por diez para 2050", declaró la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, junto a los jefes de gobierno de los otros tres países y a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
"No basta con establecer la visión, la haremos realidad", prometió la líder nórdica en una conferencia de prensa en Esbjerg, un puerto del Mar del Norte en el oeste de Dinamarca.
El objetivo provisional es de 65 gigavatios para 2030, según la declaración.
Con 150 gigavatios de energía eólica marina se podría suministrar electricidad a 230 millones de hogares, según los cuatro países firmantes.
El anuncio se produce en paralelo a un plan de 210.000 millones de euros (unos 220.000 millones de dólares) presentado por la Comisión Europea para acelerar la transición hacia las energías renovables y el ahorro energético. El proyecto se propone abandonar "lo antes posible" las importaciones de gas ruso, un tema que pasó a primer plano tras la invasión rusa de Ucrania.