Londres, (Notimex).- La lucha por el medio ambiente y contra el cambio climático le valió a Greta Thunberg, una adolescente sueca de tan solo 16 años, merecer la máxima distinción que concede Amnistía Internacional (AI), el premio Embajador/a de Conciencias 2019.
Thunberg y el movimiento estudiantil de activistas "Viernes para el futuro", que ella misma inició contra el cambio climático, recibieron el premio por defender el planeta, anunció este viernes en un comunicado la organización defensora de los derechos humanos, con sede en Londres.
“Este premio no es mío, es un premio de todos y todas. Es genial todo el reconocimiento que estamos consiguiendo y saber que estamos luchando por algo que tiene tanta repercusión”, señaló la joven sueca en el comunicado, al agradecer la distinción de AI.
Destacó el esfuerzo de todas las personas que integran el movimiento y que estén cumpliendo con su obligación moral de hacer todo lo posible para mejorar el mundo.
Thunberg, seguida por unos dos millones de personas en Instagram, vinculó la situación de los derechos humanos a la crisis climática al afirmar que “no se puede resolver una sin resolver la otra”, ya que el cambio climático agrava las desigualdades existentes y es el causante de la ruina de generaciones actuales y futuras.
La joven sueca inició su lucha para defender el medio ambiente en agosto de 2018, cuando decidió faltar a clases todos los viernes para pedir ante la sede del Parlamento sueco medidas enérgicas que combatan el cambio climático, y así comenzó a ser reconocida alrededor del mundo.
Desde entonces, ella y su movimiento han alentado a manifestaciones por la causa, entre ellas la más reciente el pasado 24 de mayo, cuando cerca de un millón de jóvenes participaron en una huelga escolar en más de 100 países como Alemania, Brasil, Filipinas, India, Japón, Nigeria y Reino Unido.
Para el viernes 20 de septiembre próximo, los jóvenes tienen planeado iniciar una semana de acción climática con una huelga mundial, con antelación a la Cumbre sobre la Acción Climática de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.
Aunque Thunberg rechaza ser un ícono como se le reconoce, se ha convertido en una de las activistas más importantes y una figura mediática en Europa y el resto del mundo por sus acciones de protesta contra el cambio climático, en las que demuestra su poder de movilización y convocatoria. Incluso su país, Suecia, es uno de los más comprometidos con el medio ambiente y planea ser un territorio carbono neutral para el año 2045.
La joven, en repetidas ocasiones, ha señalado que su futuro le ha sido robado y por lo tanto no tiene planes por ahora de dejar su causa.