El panteón número 1 de San Juan del Río, está ubicado a un costado del Puente de la Historia, fue el primer panteón civil que se instauró oficialmente en la ciudad. Fue fundado en 1845 con el nombre de Panteón de la Soledad, y se construyó en el camposanto del antiguo convento de San Juan de Dios.
De las tumbas más conocidas del lugar, existe la tumba de "El desgraciado", que data de 1848, en donde yace Fernando Cárdenas, comerciante de profesión, que fue asesinado fríamente.
De acuerdo con el cronista de la ciudad, Neftalí Sáenz, "la palabra desgraciado, fue grababa en su epitafio calificando con ello las circunstancias en que fue muerto, ya que, sin oportunidad de confesarse, Fernando Cárdenas dejó el mundo terrenal sin el perdón de Dios y sin gracia, es decir, murió desgraciado".
Don Fernando comerciaba sus productos en las comunidades de San Juan del Río. Era conocido por enamorar constantemente a las mujeres, sobre todo a las que estaban casadas. Se dice que en un traslado a la Estancia Grande fue asesinado a cuchilladas, y se asume que fue un ajuste de cuentas, porque no le robaron nada.
En su epitafio se puede leer "Descansa aquí las cenizas del desgraciado Fernando Cárdenas, muerto el 8 de julio de 1848", y sobre la tumba se ve marcado el número 2023 con el que se identifica el número de tumba, que le corresponde en el panteón.
Para encontrarla, debes caminar sobre el pasillo principal del panteón, y pasando el centro, debes voltear a la izquierda para encontrar un gran mausoleo que termina en forma de pico, camina hacia él, y continúa de frente hacia las tumbas pegadas al muro, hasta encontrar la número 2023. Esa es la tumba de "El Desgraciado".
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El panteón número 1 de San Juan del Río, por su antigüedad, forma parte de los monumentos históricos integrados en el catálogo del INAH, por lo que son considerados patrimonio de la nación.
