Muchas personas acuden a la frutería y le mencionan al encargado qué escoja ya sea un melón, sandía, papaya o piña "bien bueno", generalmente los fruteros, te dan la pieza correcta, aunque otros por su afán de vender, te entregan una ya pasada o que aún le faltan días, para que no te pase esto, investigamos los trucos de las más destacadas amas de casa, esas a las que no se les va una y saben perfectamente que llevar a casa, ¡toma nota!.

¿Cómo escoger el melón?

Lo primero es fijarse en su aspecto y para elegir uno que esté en su punto, dulce y jugosito es importante que tenga ciertas características para que no te den "gato por liebre".

Su aspecto debe estar sin golpes, no marchito, uniforme, sin manchas y firme pero no duró, ese será el primer paso para llevarte un melón de calidad.

Para saber si estará dulce es necesario hacer la prueba del sonido, pues esto te indicará que tan maduro está y esa madurez indicará su grado de dulzor.

La prueba del sonido consiste en golpear ligeramente la corteza del melón con un dedo para escuchar el interior, este debe de sonar hueco y vibrar ligeramente, lo que indica que está maduro, de lo contrario, si suena duro, aún está verde.

Otro aspecto que no puedes pasar por alto es su olor, toma el melón entre tus manos y en la parte del tallo acerca tu nariz, huele por unos segundos, el indicativo que la fruta está en óptimas condiciones es que el aroma sea frutal, fresco y se aprecien notas dulces.

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Ahora ya sabes que detalles no se te pueden pasar a la hora de llevar un melón a casa de forma cerrada, pues hay que recordar que no es tan sano comprar fruta por mitad ya que puede estar contaminada con alguna bacteria, sea la del cuchillo o la tabla donde se partió, por lo que es mejor hacerlo en el hogar con nuestro propio material.