Hoy, el mundo entero vive una de las pandemias que ha puesto en jaque a la humanidad en los últimos días y es la primera vez en la historia reciente que millones de habitantes en varios países se ven obligados a permanecer durante algún tiempo entre cuatro paredes para aminorar los contagios del Covid-19.
Millones de familias en todo el mundo muestran descontento debido al aislamiento y preocupación por las posibles afectaciones psicológicas que en el futuro pueda originar en sus miembros, sobre todo en los más pequeños y no es para menos, ya que la tristeza se refleja en sus rostros.
Sin embargo, estar en cuarentena también tiene sus ventajas, muestra de ello nos lo da el padre de la Física, sí, el gran científico Isaac Newton quien durante la cuarentena por la peste de 1665, hizo algunas de sus mayores contribuciones a la Física.
En aquel entonces, Newton tenía poco más de 20 años cuando la Gran Plaga de Londres asoló la ciudad. Era solo otro estudiante universitario en el Trinity College de Cambridge. Para procurar el distanciamiento social, envió a los estudiantes a casa para continuar sus estudios. Entonces Newton pasó el tiempo en la finca familiar a unos kilómetros al noroeste de Cambridge. Adquirió entonces algunos prismas y experimentó con ellos en su habitación, llegando incluso a hacer un agujero en sus persianas para que solo pudiera pasar un pequeño rayo. De ello surgieron sus teorías sobre la óptica. Fue una de las ventajas de tener tiempo para meditar y experimentar con comodidad y sin unas clases estructuradas.
En Londres, una cuarta parte de la población moriría de Peste entre 1665 y 1666. Fue uno de los últimos brotes importantes en los 400 años que la peste negra devastó Europa. Newton regresó a Cambridge en 1667, con sus teorías en mano. Dos años después, se convirtió en profesor.
Tuvieron que pasar 200 años antes de que los científicos descubrieran la bacteria que causaba la peste. Pero incluso sin saber por qué, la gente practicaba algunas de las mismas cosas que hoy las autoridades implementan para evitar la propagación del coronavirus.
En Japón por ejemplo, algunos adolescentes optan por el Hikikomori, deciden enclaustrarse en su habitación y no salir durante semanas o meses. También en Occidente están habituados a casos de monjes u otros que deciden convertirse en anacoretas, aislándose durante una buena o para siempre del mundo. Pero es la primera vez en la historia reciente que muchos nos vemos o veremos obligados a permanecer durante un tiempo en cuarentena.
Así que sacar lo mejor de esta cuarentena podría despertar la imaginación para hacer más divertidos los días de los más pequeños y para los adolescentes y adultos, motivarlos a realizar ese proyecto o experimento que desde hace mucho tienen en mente y hacer la diferencia entre sentirse enclaustrado o disfrutar el tiempo para hacer volar la imaginación.
