El excesivo consumo de alcohol derivó en un episodio de violencia en el segundo juego de la serie final de la Liga UREB de San Juan del Río, entre Gatos y Diamantes. Teniendo como resultado, serias heridas a los aficionados y jugadores que se dieron con todo en el campo.
Las agresiones iniciaron entre las porras que, ante la falta de seguridad, fueron progresando hasta terminar en una batalla campal al término del partido.
El encuentro, lejos de ser lo que se esperaba, dejó por saldo personas descalabradas, otras más con heridas por las que tuvieron que ser internadas en centros médicos de la localidad.
Testigos lamentaron el hecho de que los espacios en donde había familias y niños, terminen siendo escenario de disturbios reforzados por la nula seguridad y el consumo de bebidas embriagantes.
Hubo quienes utilizaron palos y piedras para agredir, un grupo de mujeres, lejos de mostrar calma, soltaron golpes sin distinguir entre hombre o mujeres sus contrarios.
Mientras otros trataban de separar a los enganchados sin resultado positivo, pues fueron lastimados a tal grado de que de milagro no perdieron la vista, aseveraron algunos testigos.
.jpg "SJR Piden (2).jpg")
Este hecho no es aislado, ya que en campañas anteriores, en encuentros principalmente de futbol, se han presentado diversas riñas, dejando este tema dentro de una agenda política por el tema del consumo de bebidas embriagantes en los foros deportivos, a los que asisten menores de edad.
Razón por la que los aficionados y habitantes de las comunidades con campos deportivos, llaman a las autoridades municipales a poner atención en el hecho y regular estás acciones que afirman, se dan en otros foros deportivos del municipio, con el riego constante que esto conlleva.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Cabe destacar que a este encuentro deportivo le resta un encuentro más que será el próximo fin de semana, por lo que exigen, tanto a los responsables de la liga como a autoridades, el brindar la seguridad para no manchar la práctica deportiva y resguardar a las personas que asisten a presenciarlos.
