De vuelta a la Liga MX Femenil, la árbitro profesional, María Fernanda Ávila Oropeza arrancó con el pie derecho su participación, formando parte del cuerpo de árbitros del partido de América contra Atlas, llenando de orgullo a San Juan del Río.
Con determinación y disciplina es como Fernanda hace frente a los retos que se presentas.
“La siguiente semana voy a Atlético de San Luis vs Cruz Azul y de ahí dependiendo mi desempeño pues me irán designando los partidos”, detalló.
Teniendo claros los objetivos para este 2022, María Fernanda se visualiza en superar el torneo pasado, llegar a liga de expansión y ser árbitro asistente intencional, así como presencial una semifinal y por qué no una final.
La deportista sanjuanense no dejó nada a la suerte para esta temporada, trabajando a marcha forzada para lograr superar las pruebas físicas y con ello formar parte del equipo de profesionales que regulan los encuentros en cancha.
En el 2021 tuvo un excelente torneo, estando en varios clásicos, América vs Pumas, América vs Cruz Azul, en el clásico regio Tigres vs Monterrey y llegando a cuartos de final de vuelta.
En entrevista, Ávila Oropeza contó lo difícil que ha sido el volver a cancha llevando los protocolos que exige la pandemia.
Consiente de que el camino al profesionalismo en el futbol femenil no es fácil, llamó a la afición a manifestar su apoyo.
“Es una liga que está en ascenso y realmente vale la pena seguir, que para todas aquellas señoritas que quieren ser jugadoras, árbitros, entrenadora, etc, que sigan preparándose, entrenando y que se esfuercen por conseguir sus metas, que porque nada vale la pena es fácil”, declaró.
María Fernanda Ávila Oropeza es una de las pocas mujeres árbitro profesional, su perseverancia y disciplina han sido las llaves que le abrieron la puerta para dirigir los partidos de la Liga MX Femenil.
Ávila es una persona que le gustan los retos, su próximo desafío está en ascender de división, llegar a primera división de hombres hasta convertirse en árbitro internacional.
Fernanda recordó que en un principio no le llamó la atención el arbitraje, estudió Ciencias del Deporte, “ se em hacía complicado sin embargo me animé para estudiar en la Escuela Nacional de Árbitros, hice mis pruebas físicas. Tuve mucha suerte porque fue muy rápido mi ascenso de ser árbitro amateur a profesional”.
Dijo fue gracias a sus amigos que la involucraron en el mundo del arbitraje pues nunca pensó que podía llegar a profesional”.