El piloto queretano, Michael Dörrbecker Rebollar tuvo su segunda y definitiva prueba a bordo de un Lamborghini Huracán Súper Trofeo, la cual destacó como positiva a pesar de que sintió más rápido el auto y con más potencia de frenado que en diciembre, pero pudo ahora sí sentir el auto en condiciones perfectas por lo que le dejó un gran sabor de boca.
“El auto curiosamente me impresiono más que en diciembre, la memoria que había guardado por alguna razón era con menos potencia y menos poder de frenado, pero me sentí cómodo y poco a poco fuimos llegando a tiempos competitivos. Hacia el final del día llego la hora de la verdad, por primera vez me montaron llantas nuevas, e hicimos una simulación de clasificación. Fue una experiencia inolvidable, ya que, pronto sentí como es este auto en condiciones perfectas donde lo único que buscas es ser lo más rápido posible y el tiempo que logre fue muy satisfactorio así que nos fuimos con un muy buen sabor de boca tanto yo, como el equipo”.
El volante de la Escudería Telmex, destacó además que fueron tres días muy intensos, sobre todo por la cuestión de los documentos, las pruebas Covid y los aeropuertos, pero agradeció que tuvo siempre el apoyo y compañía de su papá, lo que hizo que se le aligeraran las cosas en ciertos momentos.
“Fueron tres días muy intensos, entre documentos, pruebas de COVID y aeropuertos, al llegar a la pista sentí más alivio que otra cosa. Tengo que darle las gracias a mi papá por haberme acompañado y quitarme gran parte de la carga, sobre todo manejar en carretera del aeropuerto al circuito”.
Dörrbecker Rebollar manifestó que “tuve la oportunidad de ir a visitar las instalaciones del equipo en Forlì y quedé gratamente impresionado con el nivel de profesionalismo que se maneja dentro del equipo, justo lo que se espera de un equipo oficial de Lamborghini. Tuvimos una larga e intensa platica y creo que ambas partes tenemos la disposición de poder concretar algo para el futuro inmediato”.