El sueño de Podoroska sigue vivo en París. La argentina ganó y lo hizo con contundencia este martes en cuartos de final ante la ucraniana Elina Svitolina, y escribió de paso una nueva página de su historia personal, en la de Roland Garros y en el tenis argentino.
La 131ª del mundo no dio opción a Svitolina (5ª de la clasificación WTA), a la que derrotó 6-2, 6-4.
Podoroska ofreció un recital de juego ante una Svitolina que se vio superada desde el principio por su oponente, primera argentina en alcanzar las semifinales del Grand Slam parisino desde 2004, y que espera rival por un puesto en la final del duelo entre la polaca Iga Swiatek (54ª) y la italiana Martina Trevisan (159).
"Un poco difícil hablar ahora, gracias a todos por vuestro apoyo. Muy, muy feliz", expresó sobre la pista, emocionada segundos después de lanzar su raqueta al gris cielo de París tras acertar en su tercer punto de partido.
"Hicimos un muy buen trabajo con mis entrenadores durante la cuarentena (por coronavirus). Estuve entrenando mucho con todo mi equipo y creo que por eso estoy hoy aquí", añadió.
De las previas a semifinales
De paso escribió una nueva página de su historia personal y del tenis argentino. Desde la edición de 2004, con la derrota de Paola Suárez en semifinales, ninguna tenista argentina se colaba entre las cuatro mejores del cuadro femenino.
Podoroska se convirtió además en la primera mujer en la historia del torneo parisino que, procedente de las fases clasificatorias, alcanza las semifinales de Roland Garros.
El primer punto fue para la argentina de origen ucraniano, pero fue Svitolina la que se llevó el primer juego. La alegría le duró poco porque Podoroska se adjudicó los cinco siguientes, decantando para su lado el primer set.
La tenista de 23 años mantuvo la inercia y comenzó el segundo set endosando un juego en blanco a su rival.
Esa segunda manga fue más igualada con varias rupturas del servicio, pero a Podoroska no le tembló el brazo y a la tercera acertó a apuntarse el punto definitivo.
En apenas diez días Podoroska ha pasado casi del anonimato internacional a integrar el Top-100 de la clasificación ATP, de no haber superado nunca una ronda de Grand Slam a colarse entre las cuatro mejores raquetas de París, de sumar apenas 300.000 dólares en sus ganancias tenísticas a asegurarse un grueso colchón económico.
Podoroska, que no había ganado nunca un partido en Roland Garros hasta esta edición, superó este martes a la primera rival del Top-20 mundial a la que se enfrentaba en su carrera.
Antes había despachado a la belga Greet Minnen, la kazaja Yulia Putintseva, la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova, y a la checa Barbora Krejcikova.
Bajo la cubierta pista Philippe Chatrier, y después de haber empezado el año en el puesto 255, el techo de Podoroska aún está por escribirse.