No importa que gane el US Open y se convierta en el primer tenista con 21 grandes en su palmarés, para sus compatriotas serbios y el resto de la antigua Yugoslavia Novak Djokovic ya es el mejor jugador de todos los tiempos.
Esta opinión es unánime entre especialistas del tenis, deportistas y aficionados en esta región herida por las tensiones entre comunidades, un cuarto de siglo después de los años de guerra (unos 130.000 muertos).
Para Medin Sestan, de 22 años y jugador de balonmano en el Gradacac de Sarajevo (primera división bosnia), Djokovic es "el ídolo de toda la región".
"Es un gran hombre, un humanista, además del más grande que ha golpeado una raqueta de tenis, sin ningún debate", explica a la AFP.
"Nos unió a todos más allá de las guerras que nos marcaron en el pasado, tiene un apoyo incondicional de todos", añade.
Las cifras hablan
Nikola Pilic, antiguo jugador de tenis croata y entrenador respetado que ha ganado la Copa Davis con tres países (Alemania, Croacia y Serbia), asegura que las cifras hablan por sí mismas.
"Ha ganado por el momento 20 torneos del Grand Slam, el único que ha ganado todos al menos dos veces, tiene los mejores resultados contra jugadores del Top 10, es el número 1 desde hace 340 semanas...", cuenta Pilic a la AFP.
Misma opinión en su Serbia natal para Vladimir Grbic, ex jugador internacional de voleibol, medalla de oro olímpico, el tenista Viktor Troicki, su antiguo cómplice en la selección serbia de Copa Davis, o Radmilo Armeulic, antiguo seleccionador yugoslavo del deporte de la raqueta.
"Si gana el US Open no habrá realmente un lugar para el debate", cree Armenulic.
Actividades humanitarias
Sus actividades humanitarias más allá del tenis han reforzado el estatus del número 1 en los Balcanes.
Sus donaciones a través de su fundación son habituales, no solo en Serbia, también en Bosnia y Croacia, cuando estos países fueron golpeados en 2014 por inundaciones catastróficas.
Durante la pandemia de covid-19 también ayudó a Serbia, pero además envió respiradores a Montenegro.
El jugador, que vive en Mónaco, ha guardado sus vínculos con su tierra de origen, especialmente con Belgrado, su ciudad natal, a la que regresa para visitar a amigos de la infancia.
Unos días después de ganar por segunda vez Roland Garros, en junio, sorprendió a uno de ellos apareciendo en su boda.
Djokovic también ha invertido en Serbia, donde posee propiedades inmobiliarias y un centro de tenis en Belgrado que acoge un torneo ATP de la categoría 250.
Este recinto y la fundación de una futura academia parecen los principales intereses de Djokovic, de 34 años, cuando decida retirarse.
El Novak 'espiritual'
También brilla su faceta espiritual, principalmente cuando visita Visoko, un pueblo bosnio cerca de Sarajevo, con el "parque arqueológico de las pirámides bosnias" un lugar que describe como "la casa de su alma".
Este lugar es controvertido, denunciado por algunos especialistas que lo vinculan el esoterismo e incluso a las sectas. Pero miles de serbios lo han visitado después de que Djokovic estuviera allí tres veces desde julio de 2020.
Los vecinos del pueblo, principalmente bosnios musulmanes, hablan ahora de "nuestro Novak".
"Ha hecho mucho por la comunicación entre la gente, para nuestra comprensión mutua, más que políticos en las últimas décadas, que lo único que han hecho es dividirnos", señala Semir Osmanagic, fundador del parque.
En Croacia, con las relaciones con Serbia todavía complicadas, los medios locales se acuerdan de los orígenes croatas de su madre.
Además su entrenador es la leyenda del tenis croata Goran Ivanisevic, ganador de Wimbledon.
El jugador suele tomarse vacaciones en verano en la costa adriática croata.
Y ha mostrado su apoyo a deportistas de este país, como cuando la selección de fútbol fue finalista del Mundial de Rusia 2018, lo que le costó algunas críticas serbias en las redes sociales.
"Mi estatus y mi nombre puede contribuir al apoyo mutuo. Pero al final, ¿a quién apoyaría si no es Croacia? Simplemente siento que son los míos", declaró Djokovic, que el domingo tendrá la ocasión de convertirse en el primer tenista en conquistar 21 títulos del Grand Slam, aunque para ello deberá vencer al ruso Daniil Medvedev en la final del US Open.