Tecnología para el deporte

Las aplicaciones han servido a los deportistas a no poner freno a sus actividades a registrar sus avances, mediante zoom, realizar clases virtuales

Xóchitl Guerrero|El Sol de San Juan del Río

  · domingo 6 de diciembre de 2020

Los sueños de las gimnastas están ahora se visualizan un poco más lejos pero será en medio de la adversidad que crezcan para alcanzarlos.| Cortesía Club Danessa

Las aplicaciones han servido a los deportistas a no poner freno a sus actividades a registrar sus avances, mediante zoom, realizar clases virtuales. La tecnología permite al deportista medir el desempeño, seguir las estadísticas de ritmo, frecuencia, cadencia como GARMIN Connect, que sirvieron a los deportistas como al maratonista Carlos Hernández Alvarado para continuar.

Alvarado, en medio de la pandemia representó a San Juan del Río en el Maratón de Boston, edición que se realizó de manera virtual, para el que tuvo que planear una ruta con el apoyo de familiares y amigos, pues al estar en semáforo rojo en el mes de septiembre se le negó apoyo de tránsito.

“Al inicio no imaginé el impacto global que está nueva enfermedad tendría, pues solo se hablaba de una epidemia y pensé que era cuestión de tiempo, tal vez 6 meses para contrarrestarlo y la realidad desafortunadamente es otra, donde el mundo entero está presenciando nuevos retos no solo en lo deportivo, sino económicos, sociales y políticos”, expresa el corredor quien finalizó la prueba maratón en 2 horas con 59 minutos.

La pandemia modificó sus planes tomando la situación como un reto.

“Siempre he pensado que los momentos de crisis son tiempos de oportunidad y es justo lo que he hecho seguir trabajando y más fuerte aún. Tenía competencias fuera del país y nacionales que fueron canceladas, sabemos que esta pandemia ha afectado el mundo del deporte y grandes competiciones fueron canceladas, así que a seguir trabajando, que para mí el running es un estilo de vida, no una moda”, expuso.

Club Danessa es también un ejemplo de resiliencia en medio de la pandemia. La directora Marxy Flores recuerda: “Como personas no dimensionamos a que grado llegaría. Seguíamos como si nada pasara, cuando se registró en México y nos llevaron a casa nunca pensamos que íbamos a durar tanto. Sin embargo, seguimos en pie con toda la actitud”.

Después de tener un ritmo de entrenamiento fuerte, las gimnastas resintieron la pausa aumentando sus niveles de estrés.

“Las niñas como nosotros entrenadores estábamos negados a dar gimnasia virtual, sin embargo, la situación nos obligó a hacerlo y hacer creativos y salir de nuestra zona de confort, a conocer la tecnología y aprender cosas nuevas”, cuenta la también gimnasta.

El cerrar el gimnasio ha estado presente pero son más las ganas y el amor Club Danessa tiene a la gimnasia, que ha buscado la manera continuar con el apoyo enorme de los padres de familia.

“Cuando nos empezaron a decir todo lo que implicaba el reabrir, el presupuesto se elevó, los gastos fijos se elevaron, nuestro punto de equilibrio ya no es el mismo, incluso fue muy difíciles tener gastos más elevados y unas entradas muy bajas. Los gastos se elevaron no salíamos ni tablas, terminábamos poniendo nosotros” explica Marxy.

Sin embargo los sueños de las gimnastas están ahora se visualizan un poco más lejos pero será en medio de la adversidad que crezcan para alcanzarlos.

“Es una lección de vida, una invitación a ser más cuidadosos, más limpios, más precavidos, respecto a nuestra persona, cuidar a nuestros seres queridos. No ha sido fácil hay muchas personas que extrañamos”, reflexiona la directora.

Team Madness ha tenido que hacer uso de su locura y resistencia para sobrellevar la situación, a cargo de Héctor Rodríguez Luna ha tomado las medidas necesarias para resguardar la salud de los usuarios y sus familias.

“Tratamos de limitar los espacios en las sesiones de entrenamientos, de agendar a las personas para tener un mayor control y sabes con quienes estaban conviviendo. El punto más importante fue que tuvimos que hacer un recuento de las medidas que nos hacían falta”, cuenta Rodríguez Luna.

“Si pensé en cerrar por la seguridad de nuestras familias, si pensamos en cerrar porque empezamos a conocer situaciones muy cercanas. Nuestros ingresos se vieron reducidos muy significativamente la afluencia fue más baja tuvimos que reducir espacios, ampliar horarios, como todo estaba cerrado había mucha incertidumbre, nuestros ingresos empezaron a disminuir y los gastos empezaron a aumentar”.

“Nos golpeó estuvimos a puerta cerrada, nos afectó en la renta, los gastos administrativos. Cuando nos dieron oportunidad de abrir un 30 por ciento teníamos deudas pero aun así tratamos de planificar “, expone el también Licenciado en Ciencias del Deporte por la UNAM.