En un ambiente de nostalgia, pero también de fiesta, se hizo entrega de la remodelada alberca de La Pila, por parte del presidente municipal de Tequisquiapan, Antonio Mejía. El lugar histórico del Pueblo Mágico que data su construcción desde el siglo XVI, es hoy un espacio deportivo y recreativo para la población.
En la línea de honor estuvieron, el presidente municipal, Antonio Mejía Lira, Alonso Landeros, secretario del Ayuntamiento, Mario Chávez, ingeniero encargado de la rehabilitación, Halina Gama, directora de turismo, Jonathan Mendoza, director de deporte, los nadadores, María de la Luz Ruíz, José Luis Bravo, Monserrat Bárcenas y Rodrigo Caballero, estos últimos, encargados de hacer un hit como acto oficial de inauguración.
La Pila ha sido reconstruida en diversas ocasiones, cambiando con el paso de los años, cuando originalmente tenía materiales rocosos y de argamasa. Tiene su origen en 1567, tenía la finalidad de hacer funcionar los molidos por medio de caños, gracias a la cantidad de manantiales que emanaban.
Con esta nueva etapa se da un espacio más a las generaciones de nadadores para desarrollarse de una manera integral y de sana
“Los que hemos nacido aquí, le tenemos cariño al pueblo. Quienes no han nacido aquí son bienvenidos porque tienen un lugar privilegiado donde vivir, tienen un lugar con una estrella muy grande, que es su paso social, su gente, su clima, sus rincones. Yo siempre he dicho que es único es mágico”, declaró el presidente municipal.
“Tenemos memoria, tenemos palabra, honramos la palabra y hoy es un espacio digno para que todo el pueblo lo viva”, señaló.
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“Es este lugar lo que simboliza lo que Tequisquiapan vino a mostrarnos, a algunos incrédulos les parece absurdo pensar en su origen, los seres humanos tenemos la mala maña de que con nuestra buena voluntad, dañamos lo valioso y eso sucedió aquí, se hicieron adecuaciones en los años más contemporáneos, por eso las etapas de construcción son visibles, sin embrago debe entenderse que el año de su construcción fue desde 1567”, describió el cronista Juan Carlos Hernández Nieves.