Catherine Borgman Arboleda y su hija, Cayetana Arboleda se plantearon por reto no bajar los ánimos en el confinamiento y sacar un provecho de este, para sumar 62 días de entrenamiento, bajo la supervisión del profesor Uriel Hernández.
Sin ninguna cancelación a su compromiso las deportistas sumaron 3 mil 720 minutos de práctica lo que se vio reflejado en un aumento en la capacidad pulmonar y 6.7 kg de grasa menos, 5kg de masa muscular lo que se tradujo en numerables beneficios.
“Los resultados colaterales son la sensación de vigor, energía , fuerza, dinamismo y poder atlético, fue el saldo de una sabia decisión de Catherine y su hija para hacer algo positivo de esta etapa de cambio en donde la salud debe ser prioridad”, explicó el entrenador Uriel Hernández.
Mientras que Catherine contó que una vez que empezó la cuarentena pensó en bienestar: “en tener actividad física con el profesor Uriel que sabemos es un buen entrenador, quiero decir que ha sido muy importante obviamente por la parte física pero también en la parte mental, en la concentración”.
Además de que mejoró la relación familiar. “No siempre vamos de acuerdo peleamos mucho, pero ha ayudado a mejorar la relación, agregó Catherine.
Cayetana tuvo la idea de tomar este tiempo de confinamiento como un reto, “además de lo físico ayudó mucho a la parte mental porque no era como que me pudiera quedar a dormir hasta tarde, me tenía que despertar”, detalló en entrevista.
Ambas han estado muy comprometidas, no faltar ni un día, y poco a poco se fueron notando los cambios, como funcionaba la condición con más fuerza, mayor capacidad, correr más tiempos sin cansancio.
“Ha sido interesante como entrenador el compromiso, no cancelamos ninguna sesión, 12 semanas una felicitación a las alumnas por su disciplina, resulta impresionante”, finalizó el profesor no sin antes felicitar la constancia y disciplina de madre e hija.