Elegante a pesar de ser tan temprano y venir ya de una entrevista radiofónica, Joselito Adame pidió un jugo de zanahoria cuando el capitán de meseros del ofreció algo de tomar. “Sí, me cuido con esos detalles”, me contestó, mitad en broma mitad en serio, cuando le pregunté si lo de la zanahoria era para mantener la vista en óptimas condiciones.
El torero hidrocálido, figura de la baraja taurina nacional y triunfador de la temporada en la capital del país, contesta pausadamente, sin prisas, como si midiera la embestida de un burel desconocido. Apenas se le nota en la barbilla una de tantas cicatrices, ésta de las llamadas “de espejo”, que la difícil profesión escogida le ha dejado.
Joselito acudía a la cita con la prensa queretana para calentar ese interesante mano a mano que tendrá con Morante de la Puebla en Juriquilla, pero antes de hablar de ese compromiso, veo obligado el preguntarle sobre el año, durísimo en su carrera, que acaba de concluir.
Diario de Querétaro: Viendo su trayectoria desde fuera, se puede considerar que el 2019 un año muy duro, pero también un parteaguas en su carrera.
Joselito Adame: Sin duda. Creo que el 2019 ha marcado mucho. He tenido tardes bonitas y tardes difíciles; momentos que nunca había vivido, y al final, circunstancialmente, ha sido distinto.
DQ: Un año como para probar la entereza, el carácter de un torero…
JA: Sin duda. Al final, toda acción tiene una reacción… El tomar una decisión que, quizá, no haya sido la más acertada, tiene una consecuencia. Ya sabemos que en el tema de los despachos es difícil acertar. Pero bueno, ha sido un año de muchísima experiencia, pero, al final, se han logrado muchas cosas. He podido visualizarme de manera distinta, y he sido capaz de sobreponerme a una adversidad que, realmente, se veía muy negra.
DQ: ¿Fue duro tomar la decisión de concluir su campaña española el año pasado?
JA: Sí, fue muy duro, porque no lo había experimentado nunca. Desde que tengo uso de razón he querido ser torero, y verme apartado cien por cien de este mundo, la verdad es que me hizo ver de distinta manera la vida.
DQ: Sin embargo, ha retomado de manera brillante su carrera. Fue a por todas en su regreso a la Plaza de Toros México, la más importante del país, y resultó triunfador. ¿Cómo se llega a ese ánimo? ¿Qué piensa un torero de su categoría al regresar a la México y saber que tiene que salir por la puerta grande? ¿Cómo se mentaliza para eso?
JA: Es algo muy fuerte dentro de uno mismo, porque no es fácil competir contra tu mente y tus ilusiones. Este tiempo que estuve apartado, me centré mucho, me dio mucho que pensar, me volví a reencontrar personalmente… Tuve tiempo para dedicarme a mí, a mi persona, a las sensaciones personales que puedo tener. Y eso al final te curte y te hace madurar.
DQ: Regresa a Juriquilla y lo hace en un mano a mano con una figura como Morante de la Puebla. ¿Qué responsabilidad le representa este compromiso específico?
JA: Me siento un privilegiado por vivir tardes como estas. Ya estar anunciado es algo muy especial y creo que es un mano a mano con mucho sabor. También creo que al aficionado le sentó muy bien, le gustó, el cartel. Él tendrá sus armas en el ruedo y yo tengo las mías; esperemos que sea un duelo con mucha competitividad.
DQ.- Si pudiera expresar las diferencias entre el toreo de Morante ya la tauromaquia de Joselito Adame, ¿cuáles serían?
JA: Bueno, él tiene unas formas, un torero, muy bonito; una plasticidad muy buena. Yo creo que esa es su arma más grande. A lo mejor lo mío es distinto; mis bases siempre han sido el valor, el querer mucho, la capacidad, y si nos ponemos a profundizar, creo que mis formas han ido mejorando conforme ha pasado el tiempo… Y sigo creciendo; no me he estancado.
DQ. ¿Cuáles son sus planes inmediatos? ¿Irá a las corridas de aniversario en La México? ¿Hay deseos de regresar a hacer campaña europea en este 2020?
JA.- Respecto al aniversario, todavía no lo tenemos cerrado. Sí hay algunas pláticas bastante avanzadas, pero nada concreto. Lo del 2020 en Europa, vamos a esperar a ver cómo se va desarrollando todo. Estamos en ello.
De cara a Juriquilla, el próximo 17 de enero, Joselito sabe bien lo que quiere. Ha abrevado experiencia de los momentos más difíciles de su carrera como matador de toros y no tiene intención de echar la pierna atrás.