Por Miriam Martínez
La lucha libre, espectáculo hecho por los luchadores, pero nopodría entenderse sin sus aficionados.
Y es que un verdadero aficionado a la Lucha libre grita, seenoja, apoya, aplaude, se emociona al ver a su luchador oluchadores que están encima de un cuadrilátero. Pero tambiénabuchean y desaprueban "al" o "los" contrarios.
Un aficionado a la lucha libre vive el entusiasmo en una arena,ahí saca el estrés de día o la semana: se para, se sienta,manotea, grita…se libera. Es puntual a la cita con el pancracio,va con amigos, la familia o sus hijos. Se toma la fotografía consu luchador favorito y lo espera a terminar la lucha para queautografíe su revista, el poste, la máscara, la playera o unasimple hoja de papel.
Un aficionado a la Lucha libre se transforma al portar unamáscara. Sabe, conoce, entiende el significado de nombres comoBlue Demon, El Santo, Doctor Wagner, El Perro Aguayo, Los Brazos,La Parca…
Pero un verdadero aficionado a la Lucha libre ha acudido a laarena de la mano de sus padres, y ahora es él quien lleva a sushijos a las funciones.