Martín Cruces Mata quien forma parte de la segunda generación de cintas negras, figuró como sinodal en el examen de cintas negras de la academia Eagle Park, de visita en San Juan del Río resaltó la importancia del arte marcial en el día a día de los alumnos, de poner en práctica los valores de la disciplina y respeto más allá del tatami.
El gran maestro Cruces Mata mostró gratitud al mencionar a quienes forjaron su camino en el arte marcial, en donde encontramos al maestro Horacio Padilla, de quien aprendió su compromiso con el taekwondo, siendo el profesor Horacio una de las figuras del deporte nacional del país más importantes, quien representó a México los Juegos Olímpicos de Barcelona, cuando el taekwondo era un deporte exhibición.
El 2023 fue un año de muchos retos para el profesor Martín quien presentó su examen para octavo Dan, uno de los máximo grados en el taekwondo y que requiere de mucho esfuerzo y sacrificio.
Originario de San Felipe, Guanajuato el sensei Cruces Mata lleva 44 años viviendo en Lagos de Moreno, Jalisco en donde formó la primera escuela de taekwondo.
Su historia en el arte marcial empezó 1974 en el Ejercito en la ciudad de León, participando en el Servicio Militar. Teniendo como primer contacto de la disciplina al profesor Juan Llamas. Con los años ingresó con el maestro Padilla.
Representó a México en múltiples escenarios, en New York en el torneo North América, donde fue dos veces designado como el mejor taekwondoín, en Dallas, Oklahoma, desde los 24 a los 32 años de edad. En el 88 ganó el campeón de campeones.
“En aquel tiempo no había las oportunidades que hay ahora. Nos organizamos como Eagle Park con Puebla, Guadalajara que nos juntamos para competir”, señaló el gran maestro.
Un gran aporte a la comunidad, quien tiene la satisfacción de haber formado en la disciplina a niños que ahora son profesionistas, médicos, ingenieros.
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Reflexionó sobre el tiempo de la pandemia, que dejó un difícil escenario, al que se le debe hacer frente con valentía y carácter.
“Trabajar muy fuerte, continuar en la disciplina marcial”, expuso luego de vivir un proceso largo para alcanzar el grado de octavo Dan, viajando a Corea.
Por último destacó la labor que los profesores hacen por compartir el taekwondo, siendo en Eagle Park la escuela que se distingue por darle más importancia al aspecto marcial, al formativo, sin descuidar la parte competitiva