/ domingo 22 de octubre de 2017

Necaxa sorprendió al América en el Azteca

Darwin Quintero y Oribe Peralta entraron de cambio con las Águilas del América

La Liguilla tendrá que esperar para América al menos una semana más. Cuando parecía que las Águilas podrían apuntarse a la Fiesta Grande, Necaxa dijo lo contrario y sacó un triunfo valioso del estadio Azteca.

Los azulcremas nunca encontraron la fórmula para hacerle daño a unos ordenados Rayos que apostaron por la paciencia en defensa y encontrar una, la cual llegó en la recta final gracias al cabezazo de Luis Pérez que puso el 0-1 definitivo.

La polémica no faltó con Luis Enrique Santander, quien dejó de marcar una jugada que parecía penalti sobre Paúl Aguilar y que generó inconformidad entre los locales. Los cremas fueron electrocutados en su cancha por un viejo conocido como Ignacio Ambriz, quien les negó el pase y el provisional liderato general. Y a la par que el Cruz Azul, los de Coapa llegarán con la derrota cuando a mitad de semana se enfrenten en una edición más del Clásico Joven dentro de los octavos de final de la Copa MX.  

EL JUEGO

Con el objetivo en la mira y a sabiendas de que la Liguilla podría quedarse en su bolsa desde ayer mismo, las Águilas del América salieron con la convicción de cerrar una semana de nueve puntos en la cancha del estadio Azteca.

 Sin embargo, la misión de no resultó sencilla, ya que Necaxa representó un hueso duro de roer, con el orden defensivo como argumento principal, ya que la prioridad rojiblanca fue cortar los circuitos de su rival, cerrarle todas las vías y buscar en la contra o en alguna pelota parada hacer daño.

Con movimientos en su once estelar, las Águilas no contaron en el arranque con Peralta y Quintero, lo que representó una oportunidad de reaparecer para Cecilio Domínguez, quien se vio algo revolucionado en su afán de marcar diferencia.

La apuesta hidrocálida parecía rendir dividendos conforme avanzaba el reloj.

Poco y nada de peligro sobre el arco de Barovero, quien únicamente observaba la labor de su zaga, eficiente durante un gran lapso de la primera mitad.

El primer aviso de seriedad vino de parte de los Rayos.

Pelota parada desde la banda ejecutada por Matías Fernández, que tras un desvío, amenazaba con colarse a segundo poste, pero Edson Álvarez alejó el peligro y envió a tiro de esquina.

Los cremas respondieron pronto. Centro de Renato Ibarra tras un rebote, el servicio quedó pleno para Cecilio, quien se atoró con el esférico y no lo pudo empujar, ni asistir a Romero, quien se encontraba a escaso par de metros se él en el área chica. Justo antes de ir al descanso, los reflectores cayeron sobre Luis Enrique Santander, quien hizo mutis cuando Paúl Aguilar fue derribado dentro del área sin que este decidiera marcar la pena máxima.

Para el complemento, Miguel “Piojo” Herrera decidió refrescar su ataque al darle ingreso a Quintero, su elemento más virtuoso en lo que va de la campaña.

Antes de eso, el “Wero” Díaz buscó sorprender con un cabezazo que pasó por encima de la portería necaxista.

Nuevamente sería el canterano americanista quien coquetearía con el gol al recibir el esférico dentro del área, y con el egoísmo propio de la posición, intentó de media vuelta, pero sin colocación.

Las Águilas del América se     aproximaban.

Al no encontrar respuestas para la falta de gol, el “Piojo” no lo dudó y llamó a Oribe Peralta. Las llegadas aumentaban, pero faltaba ese toque para empujarla al fondo de la red, y por eso recurrió al “Cepillo” Peralta, con la esperanza de poder resolver  la encrucijada que Nacho Ambriz y los suyos plantearon.

Conforme se acercaba la recta final, Necaxa se soltó. Sabían que un gol a esas alturas del encuentro podría significar un triunfo valioso, por lo que la contienda por momentos fue de ida y vuelta, con mayores espacios en ambas áreas.

Fue ahí cuando la estrategia rindió frutos para la visita, ya que cuando Marchesín salió a achicar sobre línea de fondo, vino posteriormente un centro al corazón del área que encontró a Luis Pérez como rematador, para tenderse de “palomita” y colocarla junto a la base del poste, sin nada que hacer para la defensa. La desesperación comenzó a hacer efecto en un América que fue al frente con más ansiedad que claridad en sus ideas.

Los centros al área vinieron al por mayor, pero no habían rematadores que inquietaran a Barovero. El reloj ya era el enemigo crema.

No hay Liguilla todavía para América.

Dejaron escapar en casa el boleto, así como la posibilidad de amanecer como primer lugar general.

Necaxa, por su parte, se aferra a los ocho primeros y se llevó a Aguascalientes tres puntos de puro oro molido.

La Liguilla tendrá que esperar para América al menos una semana más. Cuando parecía que las Águilas podrían apuntarse a la Fiesta Grande, Necaxa dijo lo contrario y sacó un triunfo valioso del estadio Azteca.

Los azulcremas nunca encontraron la fórmula para hacerle daño a unos ordenados Rayos que apostaron por la paciencia en defensa y encontrar una, la cual llegó en la recta final gracias al cabezazo de Luis Pérez que puso el 0-1 definitivo.

La polémica no faltó con Luis Enrique Santander, quien dejó de marcar una jugada que parecía penalti sobre Paúl Aguilar y que generó inconformidad entre los locales. Los cremas fueron electrocutados en su cancha por un viejo conocido como Ignacio Ambriz, quien les negó el pase y el provisional liderato general. Y a la par que el Cruz Azul, los de Coapa llegarán con la derrota cuando a mitad de semana se enfrenten en una edición más del Clásico Joven dentro de los octavos de final de la Copa MX.  

EL JUEGO

Con el objetivo en la mira y a sabiendas de que la Liguilla podría quedarse en su bolsa desde ayer mismo, las Águilas del América salieron con la convicción de cerrar una semana de nueve puntos en la cancha del estadio Azteca.

 Sin embargo, la misión de no resultó sencilla, ya que Necaxa representó un hueso duro de roer, con el orden defensivo como argumento principal, ya que la prioridad rojiblanca fue cortar los circuitos de su rival, cerrarle todas las vías y buscar en la contra o en alguna pelota parada hacer daño.

Con movimientos en su once estelar, las Águilas no contaron en el arranque con Peralta y Quintero, lo que representó una oportunidad de reaparecer para Cecilio Domínguez, quien se vio algo revolucionado en su afán de marcar diferencia.

La apuesta hidrocálida parecía rendir dividendos conforme avanzaba el reloj.

Poco y nada de peligro sobre el arco de Barovero, quien únicamente observaba la labor de su zaga, eficiente durante un gran lapso de la primera mitad.

El primer aviso de seriedad vino de parte de los Rayos.

Pelota parada desde la banda ejecutada por Matías Fernández, que tras un desvío, amenazaba con colarse a segundo poste, pero Edson Álvarez alejó el peligro y envió a tiro de esquina.

Los cremas respondieron pronto. Centro de Renato Ibarra tras un rebote, el servicio quedó pleno para Cecilio, quien se atoró con el esférico y no lo pudo empujar, ni asistir a Romero, quien se encontraba a escaso par de metros se él en el área chica. Justo antes de ir al descanso, los reflectores cayeron sobre Luis Enrique Santander, quien hizo mutis cuando Paúl Aguilar fue derribado dentro del área sin que este decidiera marcar la pena máxima.

Para el complemento, Miguel “Piojo” Herrera decidió refrescar su ataque al darle ingreso a Quintero, su elemento más virtuoso en lo que va de la campaña.

Antes de eso, el “Wero” Díaz buscó sorprender con un cabezazo que pasó por encima de la portería necaxista.

Nuevamente sería el canterano americanista quien coquetearía con el gol al recibir el esférico dentro del área, y con el egoísmo propio de la posición, intentó de media vuelta, pero sin colocación.

Las Águilas del América se     aproximaban.

Al no encontrar respuestas para la falta de gol, el “Piojo” no lo dudó y llamó a Oribe Peralta. Las llegadas aumentaban, pero faltaba ese toque para empujarla al fondo de la red, y por eso recurrió al “Cepillo” Peralta, con la esperanza de poder resolver  la encrucijada que Nacho Ambriz y los suyos plantearon.

Conforme se acercaba la recta final, Necaxa se soltó. Sabían que un gol a esas alturas del encuentro podría significar un triunfo valioso, por lo que la contienda por momentos fue de ida y vuelta, con mayores espacios en ambas áreas.

Fue ahí cuando la estrategia rindió frutos para la visita, ya que cuando Marchesín salió a achicar sobre línea de fondo, vino posteriormente un centro al corazón del área que encontró a Luis Pérez como rematador, para tenderse de “palomita” y colocarla junto a la base del poste, sin nada que hacer para la defensa. La desesperación comenzó a hacer efecto en un América que fue al frente con más ansiedad que claridad en sus ideas.

Los centros al área vinieron al por mayor, pero no habían rematadores que inquietaran a Barovero. El reloj ya era el enemigo crema.

No hay Liguilla todavía para América.

Dejaron escapar en casa el boleto, así como la posibilidad de amanecer como primer lugar general.

Necaxa, por su parte, se aferra a los ocho primeros y se llevó a Aguascalientes tres puntos de puro oro molido.

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