Ni tan verdes ni tan maduros, los jóvenes del Tricolor mostraron que quieren tomar la estafeta en el combinado mayor. Los Soca Warriors, con pocas armas, no fueron rival para la nueva generación de seleccionados aztecas.
José Juan Macías, siempre letal en el área, abrió el marcador, Jesús Angulo se encargó de ampliarlo y cerrarlo.
El “Tata” puede estar satisfecho, su experimentó funcionó y de a poco puede rejuvenecer al Tricolor.
El Nemesio Diez vio arder a una nueva generación, el futuro, no tan lejano, promete buenas cosas. Qatar es el destino final.
EL JUEGO
La sangre joven del Tricolor, la que no carga caídas o fracasos, salió al infierno mexiquense con toda la intención de destacar y enseñarle al “Tata” Martino que no se equivocó en elegirlos.
Raúl Gudiño en la portería y Érick Aguirre como péndulo en la mitad del campo, fueron los únicos elementos con cierta experiencia en el combinado mayor, el resto realizó su presentación con el cuadro azteca.
El Tricolor se notó veloz, agresivo, Sebastián Córdova y Jesús Angulo, con campañas destacadas con América y Necaxa, respectivamente, fueron los encargados de tejer los embates.
José Juan Macías adelante, estuvo atento a cualquier balón para mostrar su calidad, Paolo Yrizar, a su lado izquierdo, lo acompañó todo el tiempo.
México se apoderó del balón y lo movió de un lado a otro, Trinidad y Tobago, muy limitados, compitieron con dificultad.
La insistencia azteca encontró sus frutos, Macías, con la destreza que lo caracteriza, jaló del gatillo y abrió el marcador. El letal depredador del León no perdonó.
El tanto mexicano echó más para atrás a los Soca Warriors, Muckette Duane y James Dwane intentaron llevar el balón al área de Gudiño.
El Tricolor no bajó la potencia, las aproximaciones siguieron y Jesús Angulo, en una jugada muy parecida a la de José Juan, aumentó la ventaja.
Todo iba bien en el Nemesio Diez hasta que el sonido local anunció que el grito que prohíbe la FIFA se escuchó en los despejes del portero. Eso afectó al siguiente juego de México, el del estadio Azteca frente a Panamá. Si la palabra regresa, los asistentes que lo hagan, deben salir del estadio.
En el campo, ajenos a lo que sucedió en las tribunas, los jugadores siguieron agresivos.
México buscó el tercer tanto, Yrizar y Cristian Calderón estuvieron cerca.
Así, con los trinitarios atrás, vino el descanso.
EL COMPLEMENTO
Al volver al campo Dennis Lawrence decidió mover a sus piezas en busca de no recibir más tantos y con fortuna, herir al Tricolor, Kerr Adriel y Lester Aaron entraron a la cancha.
El “Tata” no se quedó atrás y mandó a la batalla a Gerardo Arteaga y a Jairo Torres.
México no cambió su estilo, los ataques siguieron. Érick Aguirre en el área, estuvo cerca de incrementar la ventaja, su tiro pegó en el travesaño.
Martino, sin esperar más, volvió a modificar su tablero. Johan Vásquez y Jonathan González, ingresaron al infierno rojo.
El diluvio de permutas no se detuvo, Jesús Godínez y Francisco Venegas también tuvieron la oportunidad de mostrarse.
Tantos movimientos repercutieron en el campo, México siguió encima, pero la conexión no fue la mejor.
La batalla perdió interés, los roces se incrementaron, vinieron tarjetas, pero poco futbol.
México intentó de varias formas marcar un tanto más, de tiro libre, con disparos de lejos y jugadas en el área, pero el cerrojo trinitario no lo permitió.
El reloj llegó a su fin. México encontró poca resistencia y lo aprovechó. Los siguientes compromisos son frente a Bermudas y Panamá. Muchos rostros que debutaron en el Nemesio Diez, van a tener la oportunidad de repetir.