Hogar, dulce hogar. México, tras una odisea luego de visitar Bermudas, regresó a casa, esa que lo esperaba para arroparlo y mimarlo previo al juego del debut en el Azteca en la Nations Leagues frente a la siempre aguerrida Selección de Panamá.
Los más de 3,703 km que existieron entre el triunfo en la isla, hasta el traslado de regreso parecieron no mermar el ánimo de los mexicanos.
Pese a que el entrenamiento comenzó muy temprano para algunos en el gimnasio, el resto se integró poco a poco tras el regenerativo. Ya con el plantel completo, México comenzó con los estiramientos de rutina. Ahí las bromas comenzaron, el ánimo entre los jugadores fue el mejor, sin duda alguna, el triunfo ante los bermudeños levantó mucho más los ánimos de todos.
No importó si fueron titulares o suplentes, en la escuadra Tricolor lo más importante es la familia que poco a poco ha construido Gerardo Martino. Algunos de los que compiten semana a semana en la Liga MX se cotorrearon de uno que otro suceso que los envolvió en algún encuentro. Los europeos, un poco más serios, se centraron en tocar el balón por unos segundos, pues sabían que lo más complicado estaba por llegar.