Milán, Italia | AFP.- Un recinto ovalado con dos anillos entrecruzados, o una catedral de cristal: son los dos proyectos modernos y eco-sostenibles propuestos para el nuevo estadio en Milán, de los dos clubes de la ciudad, aunque algunos preferirían una renovación del mítico San Siro.
Al considerar que el actual estadio es demasiado antiguo y que no está adaptado, el AC Milan y el Inter de Milán propusieron conjuntamente al ayuntamiento el 10 de julio la construcción de un nuevo estadio de 60.000 plazas sentadas.
La nueva infraestructura, construida en una zona adyacente al estadio actual, representaría una inversión de 1.200 millones de euros y acarrearía la revitalización del barrio para hacer una zona moderna con espacios verdes, un centro comercial y de ocio, con bares y restaurantes, explicaron los dos clubes en una conferencia de prensa.
El primer proyecto elegido por los clubes fue diseñado por el despacho estadounidense Manica y por el italiano Sportium: el estadio, oval, se organiza en torno a dos anillos, que se entrecruzan y se oponen a la vez, metáfora de los dos clubes rivales.
El segundo proyecto fue concebido por el despacho estadounidense Populous (que concibió en especial el estadio del Tottenham), que se inspiró para ello en íconos de la arquitectura de Milán, como el Duomo. El estadio presenta una elegante fachada acristalada, con aires de catedral con una galería que recuerda a la galería comercial Vittorio Emanuele II.
Ambos proyectos presentan cero emisiones de CO2 y juegan con la luz, azul los días de partido del Inter y roja cuando juegue el Milan.
Con opiniones dispares, el ayuntamiento de la ciudad debe pronunciarse antes del 10 de octubre sobre el "interés público" de construir un nuevo estadio.
Representantes de Forza Italia (partido del ex primer ministro Silvio Berlusconi), de la Liga (del ultraderechista Matteo Salvini) o del antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5E), se oponen a la construcción por cuestiones ligadas a la importancia simbólica e histórica de San Siro y para evitar la especulación inmobiliaria.
El presidente del AC Milan, Paolo Scaroni, estimó este jueves que el estadio Meazza, aunque está "muy unido" a los aficionados, "llegó su tiempo" y "no es ya un gran estadio para dos equipos con la ambición de jugar en la élite del fútbol europeo y mundial".
"Se trata de un proyecto que puede ser un motor de la economía de Milán y del país", estima por su parte el director general del Inter Alessandro Antonello.
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