Con 20 años de edad, Omar Solís Vázquez posee una gran historia del deporte, más allá de los campeonatos y títulos, el futbolista ha encontrado en el deporte la fuerza para seguir adelante.
Motivado desde niño por su papá, inició en el futbol que lo llevaría a representar a México en los Estados Unidos.
El también estudiante de la Universidad Tecnológica de San Juan del Río en Energías Sustentables, recordó que de pequeño lo que más le llamaba la atención era la lucha libre. Cuando tenía 8 años es cuando se inclina por el futbol, su padre, el señor Antonio Solís Olvera, ya jugaba, y es quien le comparte sus primeras técnicas en el deporte.
“Aun así no me dejó entrar a mi primer equipo en Fuentezuelas, porque tenía una complexión delgada y bajo de estatura. Fue un año después cuando por fin me dejó jugar”, contó el jugador.
Después ya en la secundaría entró a la filial de Gallos Blancos, en la deportiva Emiliano Zapata, donde empezó a mejorar, a enfocarse de lleno al futbol y seguir al profesor Roberto Hernández, jugador profesional que compartió sus enseñanzas.
“Empecé a esforzarme a darlo todo. A mi profesor le tengo mucho respeto y aprecio por todo lo que me enseñó. Lo que sé de futbol lo aprendí en la filial en la que estuve por tres años”
“Por cuestiones de trabajo se ausenta de la cancha por casi un año hasta que el equipo Mayor de Fuentezuelas le pide que juegue para ellos y le pagan por hacerlo. En poco tiempo lo nombraron capitán del equipo.
Como persona lo que más le marcó fue que su padre lo iniciara en el futbol y no pudiera verlo jugar.
“Él que me compró mis primeros zapatos deportivos. Él tenía cáncer y muere sin poder verme jugar, es una espinita que tengo clavada”, compartió el jugador.
En la filial de Gallos fue seleccionado para jugar el Torneo en Las Vegas. Ha sido una de las experiencias más bonitas dentro del futbol para enfrentar a los equipos de Croacia, Estados Unidos y Francia.
“El partido que cambió mi vida fue la final que jugamos en el Corregidora frente a Querétaro.
El joven jugador tiene el carácter de un campeón por lo que le gustaría seguir mejorando.
“Siento me falta mucho por ganar, quiero esforzarme, mis objetivos son mejorar día con día. El futbol es lo que más disfruto, que me ayuda cuando me siento mal, si tengo un día muy pesado es el mejor amigo. Le debo demasiado al futbol, amistades, experiencias”, finalizó Solís.