Por Dra. Blanca Estela GutiérrezGrageda
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEQUERÉTARO
Tomado del libro “El Centenario de la Constitución1917-2017” editado por DIARIO DE QUERÉTARO y la UniversidadAutónoma de Querétaro. Primera entrega 10 de febrero de 2016
Ante un país profundamente fracturado y ensangrentado, y con laidea de reunir a los diversos caudillos militares para pactaracuerdos, se convocó a una convención (octubre de 1914). Dichaconvención tuvo varias sedes, como la de la Ciudad de México(dominada por los carrancistas), Aguascalientes (con predominiovillista) y Cuernavaca (dominada por los zapatistas), entre otras.Entre sus objetivos, se propuso definir y precisar los fines yalcances de la Revolución, elaborar sus programas y pacificar alpaís.
El 6 de noviembre de 1914, en un Manifiesto a la Nación firmadopor todos los convencionistas, se expresó:
Nos hemos reunido en esta Convención, ya no para derrocary para destruir, sino para organizar y construir el nuevo GobiernoRepublicano, en el cual se han de sintetizar todos nuestrosideales y todas nuestras tendencias. […] Somos el poder supremonacional porque hemos sido el poder supremo de la Revolución.[…] Esta Convención es soberana porque en ella estánsintetizadas la fuerza y el pensamiento de la revolución.
Related contentDesde la facción derrotada (la que representaba los interesesporfiristas), Jorge Vera Estañol -quien había sido ministro deEducación de Victoriano Huerta-, se refirió a esa asamblearevolucionaria señalando:
Los delegados son en su gran mayoría seres vulgares, groseros,ignorantes, muchos de ellos casi analfabetas, otros réprobos deergástula, cuántos truhanes de la peor estofa, todos soberbios yarrogantes de su fuerza, apasionados, impulsivos, intolerantes; hayuno que otro que se alza sobre el nivel de la mediocridadintelectual. Cada reunión es ejemplar del léxico de las tabernas;los escándalos se prodigan sin interrupción; difícil es a losoradores terminar su discurso porque son interrumpidos coninsultos, amenazas y vías de hecho.
En la Convención coincidieron las tres principales corrientesrevolucionarias y los representantes de los caudillos que en esosmomentos se batían a muerte: carrancistas (Carranza, con surepresentante: Obregón); villistas (Villa, con su representante:Felipe Ángeles) y zapatistas (Zapata, con su representante Soto yGama). Pero las desavenencias entre unos y otros pronto sepresentaron. Al declararse Soberana, Carranza la desconoció.Cuando los miembros de la Convención le solicitaron a Carranza surenuncia, éste respondió:
Residiendo en un país democrático como el nuestro, en dondela soberanía nacional reside original y esencialmente en elpueblo, declaramos que la llamada Convención Soberana deAguascalientes ha usurpado esa soberanía.
Related contentPara él, la Convención de Aguascalientes no tenía otrocarácter que el de una junta militar. En el mismo sentido sepronunció el general Pablo González, para quien “losconvencionales” representaban únicamente “a los ciudadanosarmados” y éstos, destacó, no tenían el derecho de imponerseen la República. Carranza continuó siendo el Primer Jefe delEjército Constitucionalista, Zapata del Ejército Libertador yVilla de la División del Norte. El caos y la división llegó aser tal, que en un momento dado cuatro personas reclamaronrepresentar al Ejecutivo federal: Venustiano Carranza, EulalioGutiérrez, González Garza y el propio Francisco Villa.
En su intento unificador de las diversas expresionescontendientes, la primera asamblea revolucionaria fracasó.Venustiano Carranza y los suyos se separaron de ella y continuaron,desde Veracruz, en su propia ruta. Poco a poco el carrancismo fueganando terreno a lo largo y ancho de la geografía nacional. Susvictorias militares sobre los ejércitos de Villa y de Zapata lehicieron tener el control miliar de buena parte del país.
Ante la incapacidad de los caudillos revolucionarios para pactarentre ellos acuerdos que pusieran fin a la guerra civil, se impusomilitar y políticamente uno solo: el representado por el EjércitoConstitucionalista con Carranza al frente. Fue entonces cuandoéste decidió convocar en Querétaro al Congreso Constituyente,cuyos miembros definirían el nuevo rumbo del país.
A diferencia de la primera, la segunda asamblea se distinguiópor su exclusión: a ella sólo fueron convocados los seguidores deVenustiano Carranza, pues se cuidó que no se registraran en ellani colaboradores del régimen porfirista ni del huertismo, ni losque habían participado con Villa, Zapata o en la Convención deAguascalientes.