¿Por qué las conspiraciones fueron en Querétaro?

El historiador Martín Hurtado Galves señala cinco razones clave por las que la ciudad fue punto de reunión de los insurgentes para tramar la Independencia

  · jueves 15 de septiembre de 2022

Foto: Cortesía | @IMCINE

Para 1810, Querétaro era un bastión de fuerte apego a la monarquía, por lo que nadie sospechaba que en esta ciudad se llevarían a cabo las reuniones clandestinas en las que se planeaba la Independencia de México. Esta situación, además de la fuerte comunidad académica y literaria que se tenía entre la sociedad queretana, facilitaron la conspiración en Querétaro y no en otras ciudades como Guanajuato, donde se encontraba el mismo Miguel Hidalgo.

De este tema habló el doctor José Martín Hurtado Galves durante su participación en el Segundo Coloquio de Estudios sobre la Independencia, organizado por la coordinación del Museo de los Conspiradores.

Durante la conferencia, Motivos por los que se llevaron a cabo las conspiraciones en Querétaro, Hurtado Galves señala al menos cinco razones fundamentales para que esto ocurriera en el estado.

Primero, Hurtado aclara que las reuniones en Querétaro se realizaban desde 1808. Segundo, había bastantes simpatizantes de la causa Insurgente en Querétaro y de hecho el historiador ha rastreado al menos 235 de estos insurgentes en la ciudad.

“Suele decirse que las conspiraciones iniciaron en 1810, pero no, los conspiradores de Querétaro se reunían desde 1808 ya a conspirar en contra del gobierno virreinal, aunque no en contra del gobierno de España.

“Los libros de primaria, de secundaria y de prepa es penoso pero siempre que hablan de la Independencia y refieren a Querétaro, dicen que eran cuando mucho seis conspiradores en Querétaro pero había bastantes simpatizantes, yo tengo datos biográficos de 235 conspiradores, en mis libros doy incluso datos bibliográficos de ellos”, refirió.

Tercero, el historiador señaló que Querétaro era un territorio muy apegado a la monarquía, por lo que era de difícil sospecha que las conspiraciones pudieran llevarse a cabo en la ciudad. Cuarto, que en Querétaro también se juntaban armas y municiones en las casas de Epigmenio González, Francisco Araujo y el Lic. Sámano.

Foto: Miguel Cruz | Diario de Querétaro

Quinto, agregó que entre los queretanos había personas ilustradas como el alférez real Pedro Antonio de Septién de Montero y Austria, que proponían decir a los indios que la lucha era a favor de Fernando VII y que llevarían la imagen de la Virgen de Guadalupe como estandarte de la insurgencia.

Martín Hurtado detalló que los principales conspiradores eran aquellos que formaban parte de la academia literaria llamada Los Apatistas, quienes eran “el cerebro de los conspiradores”, aunque otros simpatizantes de este movimiento formaban parte de distintas clases sociales.

Foto: Cortesía | municipio de Corregidora

“Se nos ha dicho que los conspiradores se reunían en tertulias, una fiesta entre amigos, pero no, aquí había una academia literaria que se llama Los Apatistas (de apático), en esta academia había un presidente y al menos tres secretarios, y hay escritos, poemas o artículos literarios, era un centro cultural muy fuerte, aquí no se reunían a tertulias, ni a jamaicas, ni a kermeses, aquí era una academia, es probable que no era la única en el país, porque si no habría llamado mucho la atención”.

El ponente señaló que las reuniones en Querétaro se llevaron a cabo en 12 casas, entre ellas la casa de los Corregidores (ahora palacio de gobierno), la casa de Ignacio Pérez (Independencia #25), la casa del Diezmo (madero#105 frente a la catedral de San Felipe Neri), entre otras.

Hurtado Galves también habló de la participación femenina en las conspiraciones, él mismo ha detectado al menos 24 mujeres que se involucraron en el movimiento, aunque la Corregidora Josefa Ortíz de Domínguez fue la que pasó a la historia, sin embargo, no fue la única.

Algunas de estas mujeres involucradas en las conspiraciones, según los registros de Hurtado son: María Justa Aldama y Patiño, Francisca Altamirano, Mariana Bustillos, María Antonieta Cervantes (al parecer hija de Epigmenio González), Rosalía Cervantes, María Josefa Domínguez Alarcón (hija de Miguel Domínguez y María Estanislao Sánchez.

“A las mujeres que participaban en las conspiraciones las acusaban porque trataban de seducir a los soldados, convencerlos para que cambiaran de bando y se fueran a luchar del lado de los insurgentes, esa seducción que era el delito, duraban años en la cárcel, era muy peligroso para las mujeres. de las 24 muejres (rastreadas) 12 fueron denunciadas, seis fueron prisioneras y de otras seis no sabemos qué fin tuvieron.

“Hay otras mujeres que tuvieron una fuerte relación con los compradores, y que aunque no hayan participado activamente en las conspiraciones, por el hecho de ser esposas de los conspiradores, conocer lo que se tramaba, estaban enteradas, eso las hace cómplices, parte de la conspiración, aunque estas mujeres no fueron denunciadas”, refiere el historiador y filósofo.