Los alumnos Diego Romero y Ulises Jurado, de la Licenciatura en Historia, de la Universidad Autónoma de Querétaro, realizaron la conferencia denominada “La patrimonialización de la muñeca Lele y su impacto en la comunidad portadora”, en el Foro del Portal del Diezmo.
En su charla, destacaron que el trabajo de investigación, nació de la inquietud de conocer el trabajo que realizan las artesanas del Centro de Desarrollo Artesanal Indígena (Cedai) en torno a la producción de la muñeca Lele.
“Anteriormente, el actor principal de la economía en las poblaciones indígenas, era el hombre como proveedor de la familia y de la comunidad, y el dinero se enfocaba al ámbito agrícola. Pero cuando Lele empieza a figurar como mercancía, la mujer toma ese papel protagónico en la familia, se establece una nueva dinámica, y es ahora la mujer la protagonista en la comunidad desde lo económico” fueron las palabras de Diego Romero.
Parte importante de la investigación, fue determinar que las artesanas de comunidades de Amealco, que llegaron a la Ciudad de Querétaro, fueron enviadas al Cedai, porque la gente se quejaba de su presencia en las principales plazas de Querétaro.
“Algunos de los problemas que se presentan es el regateo por las artesanías y la apropiación del gobierno con fines de lucro de la imagen de la muñeca Lele, lo que provocó que se hicieran invisibles otras muñecas, como Tenchita, la muñeca artesanal de Tolimán”.
Por su parte, Ulises Jurado explicó que las políticas del gobierno, se modifican en función de los intereses del mercado turístico y no de los intereses de la comunidad, además de que hay un monopolio de los vendedores intermediarios que no respetan los precios justos.
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“Lele ya no es un producto de identidad, solo es un producto turístico. Y los personajes que definen las políticas públicas son actores ajenos a la comunidad hñähñü. Las dinámicas culturales segregan a las artesanas y las personas que venden a Lele son revendedores que no ofrecen muñecas confeccionadas por las artesanas indígenas”.
Al término de la plática, se resaltó que, para conseguir un ámbito social justo para las comunidades indígenas, el gobierno debe de orientar las políticas públicas en beneficio de las artesanas y dejar de beneficiar a los intermediarios, además de devolver a la comunidad indígena su patrimonio.