Museo de la Muerte, mítico cementerio

Es uno de los espacios más representativos de San Juan del Río

Rosalía Nieves | El Sol de San Juan del Río

  · sábado 2 de noviembre de 2019

El Museo de la Muerte es de un estilo neoclásico y desde la entrada en la parte superior se aprecia. / Foto: César Ortiz.

Como un fenómeno cultural que acompaña la historia de la humanidad y la muerte, en San Juan del Río el Museo del Muerte toma uno de los más relevantes significados durante estas fechas.

El 6 de junio de 1853 fue un día histórico para la cultura de San Juan del Río, por la autorización para la construcción del panteón para los adinerados en la periferia, en aquellos años, conocido como Barrio de Indios y donde don Felicitas Osornio fue el fundador y benefactor del Panteón de la Santa Veracruz.

El Panteón de la Santa Veracruz fue rescatado e inaugurado el 24 de junio de 1981. / Foto: César Ortiz.

Fue don Guadalupe Perrusquia Torres quien trazó el proyecto arquitectónico desde donde se puede apreciar un ocaso del sol inigualable por su ubicación.

Ubaldo Neftalí Saenz Bárcenas, jefe de Patrimonio Cultural y Artístico del Instituto de Cultura, Turismo y Juventud de San Juan del Río, detalló que la entrada a este hoy enigmático lugar es de un estilo neoclásico y desde la entrada en la parte superior se aprecia un bajo relieve esculpido en cantera morena que como significado tiene el triunfo de la muerte, por la plasmada guadaña, corona de laurel y la antorcha hacía a bajo.

Refirió que el Panteón de la Santa Veracruz fue rescatado e inaugurado el 24 de junio de 1981, sin embargo, toma relevancia en 1997 cuando se funda como Museo de la Muerte con el fin de presentar a los visitantes la manera de llevar a cabo los entierros en diferentes épocas y además, el simbolismo que se presentan en el pensar del ser humano.

El Museo de la Santa Muerte cuenta con una zona de gavetas antes conocido entre las familias adineradas como Columbarios. / Foto: César Ortiz.

Resaltó la zona de columbarios integrado por 155 espacios, en donde yacen los restos de varias personalidades, no solo para la historia de San Juan del Río sino del país, entre ellos: el honrado General Juan Bernardo Domínguez y Gálvez, quien nació el 13 de diciembre de 1783 en La Habana, Cuba; hijo del Capitán Juan Domínguez y Gálvez y María Gertrudis de Otero y Roso. El 13 de diciembre de 1795 Juan ingresa como Cadete al Regimiento de Infantería de Louisiana, Nueva Orleans y en 1813 lo enviaron a Nueva España, que desde entonces se convirtió en su nueva patria.

Caracterizado por combatir a los insurgentes desde 1814 hasta principios de 1821, en Valladolid, recibió el grado de Mayor General del Ejercito Trigarante y el 7 de junio tras la capitulación de San Juan del Río, lo ascienden a Comandante del Batallón de la Unión, fue así cuando el fallece el 24 de mayo de 1847 en San Juan del Río y sus restos son colocados en el columbario del hoy Museo de la Muerte.

También destaca Francisca Monroy Vélez de 1920, su hijo fue Francisco Monroy Vélez, un querido maestro de música y de quien hoy es recordado en escuelas de San Juan del Río por llevar su nombre.

Los restos del honrado General Juan Bernardo Domínguez y Gálvez, caracterizado por combatir a los insurgentes desde 1814 hasta principios de 1821. / Foto: César Ortiz.

Se espera que este 1 de noviembre arriben alrededor de tres mil personas a los tres panteones de la cabecera municipal. / Dolores Martínez

En este recinto histórico se encuentran los restos de Teodoro Delatora Placiere, nativo de Francia y de profesión Ingeniero, por lo que al ser Director de Caminos en México, fue quien trazó la primera carretera de San Juan del Río hacía la ciudad de Querétaro pero al morir el 1 de diciembre de 1858, fue sepultado también en el panteón.

Este lugar está lleno además de leyenda y una de ellas es que una de las tumbas más extraña y colocada en este lugar, es la del señor José Saturnino Cos, quien murió el 19 de mayo de 1886, y pidió como último deseo que se colocara en uno de los lugares más transitados, pues creía firmemente en que cada vez que alguien se colocará sobre su tumba, le quitarían pecados.

El lugar cuenta con aproximadamente 950 tumbas, la más antigua, la de la señora Victoriana Cervantes de Martínez, quien murió el 20 de febrero de 1857 y de quien pagaron el sitio a perpetuidad, mientras tanto la más reciente data del año 1967.

El 6 de junio de 1853 fue un día histórico para hoy la cultura de San Juan del Río, por la autorización para la construcción del panteón. / Foto: César Ortiz.