“Permitir a las personas decir sus propias historias sin restricciones o censura es sumamente importante”, expresó Victoria Belim, periodista, traductora y escritora ucraniana. Su libro de memorias noveladas Mi Ucrania, hila la historia de su propia familia con la reconstrucción de la identidad de toda una nación.
Para la escritora, el pasado de su propio país era un misterio. Hace la analogía con un libro prohibido, donde los pasajes se encontraban ocultos o perdidos para la propia ciudadanía. “En Ucrania eran las mujeres quienes asumieron el papel de las protectoras de la memoria [de la familia, del país], lo que implicaba una enorme responsabilidad al mismo tiempo que eran sobrevivientes de toda esa violencia”, agregó.
El libro se inspira en la propia historia familiar de la autora y en su deseo de recuperar la historia de su propio país. “Mi proyecto literario se planteó inicialmente como un libro de historia”, expresó Belim, “Ucrania, como tal, no tiene una historia propia, es desconocida o es contada desde otras voces, no desde la nuestra. No tengo formación de historiadora, pero para mí era algo sumamente importante y que sentía que tenía que realizar de una forma u otra".
“En este proceso me di cuenta que hablar de los hechos históricos, las tragedias, las cifras, resultaban devastadoras y no aportaban nada en la reconstrucción de la identidad ucraniana. Luego pensé en mi familia, en todo lo que nosotros habíamos pasado y reflexioné que necesitaba una historia que capturara lo que aconteció y lo que se estaba viviendo actualmente, sobretodo que las personas se vieran reflejadas en los testimonios de los personajes”, señaló.
Presentar ésta historia en México le resultaba pertinente a la autora. Pese a que la realidad actual de los países resulta distinta, para Victoria Belim la relación que existe entre México y Estados Unidos puede poseer similitudes con la que sostiene Ucrania y Rusia. “La interacción entre México y Estados Unidos define la vida de las personas que los habitan, lo mismo pasa entre Rusia y Ucrania. En nuestro caso existe una relación colonial que ha sido muy explotativa, y que lamentablemente para Ucrania ha sido complejo darse cuenta de esto. Simplemente por el hecho que a nosotros se nos ha hecho participes, incluso, de ésta dinámica de explosión. Sin embargo, es momento que nosotros empecemos a hablar de ése pasado”, puntualizó.
La edición de éste libro concluyó mucho antes de que aconteciera la invasión a Ucrania en 2022; sin embargo, para la escritora ésta historia se mantiene vigente y su mensaje mucho más fuerte.
El libro introduce a Vika, una joven ucraniana que en 2014 regresa a su país natal con la finalidad de resolver dos misterios familiares: la muerte de su tío bisabuelo, Nikodim, en la década de 1930; y el por qué para su familia todavía era un tema tabú hasta un siglo después de lo acontecido.
Poltava era la región donde la familia de Vika había residido previo al estallido del conflicto bélico. Al igual que a la familia de la protagonista, para el resto de sus habitantes resulta difícil hablar sobre aquella época cuando el KGB, la agencia de inteligencia de la policía secreta de la Unión Soviética, se encontraba activa.
Sus intentos por indagar en los archivos de la policía secreta de la URSS, abrirán una puerta sellada, por todo un país, y dará pie a enfrentamientos familiares, especialmente con su abuela Valentina, quien no estará para nada contenta de que su nieta quiera develar el pasado.
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