“Venus y Marte se están casando, vieja. Dios nos ampare de lo que pueda pasar”, expresó Rafael de Landa a su esposa Débora Ríos en el día de la boda de su hija mayor, María Teresa Landa, la primera Miss México de la historia, con el general Moisés Vidal Corro.
Este “choque de mundos” como su padre predijo, marcaría la vida de María Teresa, quien tras haber asesinado a su esposo por haber descubierto su doble vida, sería recordada por la sociedad mexicana como la Viuda Negra.
A más de 90 años de que la apreciada ‘Miss México’ pasara a la historia como una mujer que ‘perdió su cabeza por los celos’, la escritora mexicana Ana Romero, se adentra en la mente de María Teresa Landa y la renombra como Venus Triste en un acto de bondad y sensibilidad con la historia del personaje. Resultando así en una novela que retrata a una fascinante mujer a quien la belleza la llevó tanto a la gloria como a la ruina.
En una entrevista para DIARIO DE QUERÉTARO, la escritora comenta sobre su interés por escribir la historia de Maria Teresa Landa en una novela histórica, su decisión por renombrarla como Venus Triste y otras reflexiones que realizó en torno a esta publicación.
- ¿Por qué tu interés en el caso de María Teresa Landa?
Quiero aclarar que no soy historiadora, así que mi interés por María Teresa Landa nace tras haber encontrado un artículo de El Universal en el 2018 donde se habló de su caso. Y era algo muy curioso, pero a la vez interesante pensar en una mujer muy guapa, y que lo era porque ella fue la primer Miss México que tuvimos representándonos en el concurso de Miss Universo, al año de ser coronada como la mujer más guapa del país, le metiera seis balazos a su marido con su propio revólver al ser consumida por sus emociones.
Me pareció un personaje interesantísimo y mientras más leía sobre el caso, más me emocionaba y sentía las ganas de contar su historia en una novela de ficción. También creo importante resaltar que el libro no es biográfico, es una historia de ficción que se encuentra sustentada en documentos, periódicos, y más para tener ciertas precisiones respecto las fechas, nombres, etcétera, pero tiene que ser tratada como una ficción.
- ¿Cuánto tiempo te tomó rastrear la información sobre ella?
Un montón, me tardé muchísimo investigando porque quise ser muy precisa. Hay una biografía al respecto. Ella terminó dando clases en la Escuela Nacional Preparatoria No. 1, y en otros lugares más, pasó casi 40 años siendo profesora, y muchos de sus alumnos pasaron por ahí y escribieron sobre ella como el abogado Luis de la Barreda quien escribió el libro El jurado seducido: Las pasiones ante la justicia.
Leí mucho y me llegó la pésima suerte de que llegara la pandemia, entonces eso complicó todo el asunto porque cerraron las hemerotecas. Así que demoré en el período de consulta para este libro. No había mucha información publicada sobre su marido, esa la encontré en el Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional.
- ¿Le ha aportado algo escribir sobre un personaje como el de María Teresa?
En lo personal siento que me ha permitido realizar un viaje al pasado y conocer el México de los años 20. Estamos hablando de un contexto en el que recién salíamos de la Revolución Mexicana y estaba todo el país tratando de entrar a una modernidad para la que no estábamos preparados como sociedad.
En esos años, los hombres que habían ido a pelear, regresaban a la sociedad y a tratar de recuperar el lugar que perdieron en cuanto a los empleos o el manejo de las cosas, mientras que las mujeres no querían soltar los espacios que habían ganado. María Teresa creció en esa época y era una mujer de pensamiento, tenía el interés de estudiar y leer, conocer el mundo y viajar.
Me parece muy interesante realizar este ejercicio, porque por muchos años la literatura ha estado plagada de plumas masculinas, y evidentemente las historias se relatan desde las miradas que las narran. Así que, el que hoy en día tenga la oportunidad de poder escribir sobre una mujer como María Teresa, una mujer que era muy avanzada para su época, de alguna manera es hacer algo de justicia.
- ¿Por qué el título de Venus Triste?
Dentro de la investigación que realicé para la novela, me encontré que el papá de María Teresa Landa le dijo a los asistentes de la boda que se estaban casando “Venus y Marte”, María Teresa era una mujer muy guapa, así que para su papá era como el choque de dos dioses, y pues resulta que al final tuvo una historia básicamente trágica.
De hecho lo señalo en la novela, que a partir de que María Teresa mató a su marido, ella nunca volvió a sonreír y eso que ella era una mujer muy risueña. En casi todas las fotos que existen antes de ese suceso, ella tenía una sonrisa deslumbrante, pero después solo tuvo un semblante triste. De ahí se me ocurrió renombrarla.
- ¿Qué opinas de los nombres mediáticos con el que bautizan a las asesinas?
Por lo general las historias de las personas que asesinan en el nombre del ‘reputado amor’, son historias contadas desde la mirada varonil. Por muchos años cuando un hombre mataba a su esposa o novia por celos, se le llamaba crimen pasional, pero cuando las mujeres mostraban los mismos impulsos, ellas eran unos monstruos.
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A estas asesinas se les dice viudas negras o leonas o hienas porque históricamente a la mujer no se les ve con ese tipo de pasiones, porque va en contra de su ‘naturaleza maternal y tierna’. Históricamente el mundo ha decidido que los asesinos son varones, cuando las mujeres que cometen un crimen tienen algo malo en ellas.
El libro, Venus Triste, es distribuido por la Editorial Grijalbo y se encuentra a la venta en el sitio web de Penguin Random House. El costo del libro oscila alrededor de los 299 pesos, sin incluir costos de envío (en el caso de adquirirlo vía internet).