En un recorrido realizado por el cronista de la ciudad, Neftalí Sáenz, se dieron a conocer los orígenes de la calle Cuauhtémoc y los edificios importantes que aún albergan ahí.

Uno de los primeros datos que se proporcionaron en el recorrido, es que está calle, fue la orilla de cuidad entre el siglo XVI y el sigo XVIII. Para el siglo XIX la ciudad creció y se hicieron más calles.

Esta calle ha tenido tres nombres a lo largo de su historia, la Calle Huache, por el nombre del vicario que vivía ahí, la calle de las diversiones porque se llegaron a hacer ferias y carreras de caballo, y la calle del Sol, por el sol divino en relación a la iglesia.

Entre las curiosidades que encontramos es que las casas que aún conservan su construcción original, se pueden observar, paredes de cantera morena, que da la veta del río San Juan, y de piedra pegada con lodo.

Entre las ornamentaciones se encuentran conchas y caras de ángeles, que tienen rasgos indígenas, pues eran ellos quienes construyeron las fachadas, además de contar con balcones.

El edificio más representativo de la calle son las oficinas de JAPAM, que anteriormente era la Casa del Santo Oficio, institución religiosa que realizaba los juicios en contra de quienes acusaban como brujas, lo que conocemos como la Santa Inquisición, aunque en San Juan del Río, no hubo castigos porque la población era recién evangelizada.

Para el tramo final de la calle y poniendo mucha atención, se pueden ver aún, arriba del gran muro de piedra, la construcción original de lo que fue la primera cerillera del municipio, la primera empresa en la ciudad que en los años 40's, contrato por primera vez, a mujeres entre sus filas.

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Al finalizar el recorrido la gente que asistió al evento, quedó maravillada por la cantidad de bellas historias que rondan alrededor de este municipio, que en unos días estará celebrando el 492 aniversario de su fundación.