En el corazón de Pinal de Amoles, los lugareños pusieron al resguardo una colección de más de mil 700 piezas antiguas que dan cuenta de la historia del municipio desde la era paleolítica; la época precolombina; los primeros años de su fundación, pasando por la época de las encomiendas, el paso de las órdenes medicantes y el desarrollo de la actividad minera en la zona.
Originalmente los vestigios descansaban en los aposentos de los habitantes, quienes fueron heredando las piezas y sumando al acervo familiar lo que iban encontrando en sus faenas diarias en las minas, bosques, ríos y cascadas.
Algunas otras fueron donadas por el médico y cronista de Pinal de Amoles, Rubén Páramo, quien al darse cuenta de la riqueza histórica que los habitantes resguardaban, impulsó esta iniciativa con el apoyo de toda la comunidad.
Su nombre "General Tomás Mejía" recuerda al militar pinalense, a quien han dedicado también un pequeño rincón para contar otra versión sobre su historia y participación en la Guerra de Reforma y como defensor del imperio de Maximiliano.
Aunque el Museo Comunitario es apoyado por la Secretaría de Cultura del Estado de Querétaro, y por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (que apoyó en la catalogación y restauración), el recinto será gestionado por un patronato conformado por miembros de la comunidad.
Otro de los objetivos del museo, refirió la actual coordinadora, es preservar y difundir la memoria viva del municipio; que incluye el arte popular, así como los saberes y conocimientos tradicionales.