La escultora mexicana Betsabeé Romero inauguró este jueves una instalación denominada "El retorno de los soles" en la plaza del Louvre de París, enfrente del conocido museo, un mensaje de esperanza para dejar atrás la pandemia.
La instalación "sirve para hablar de un nuevo amanecer que debería ser para todas las culturas", explicó en entrevista con la AFP esta escultora conocida por su utilización de material de reciclaje, y su fidelidad a las culturas prehispánicas en México.
Para "El retorno de los soles" Romero recurrió, entre otros materiales, a espejos convexos, habitualmente usados para la vigilancia, y una gran rueda de camión, ornada con soles de claro origen precolombino.
"Si antes podíamos ser vigilados en cualquier punto de la ciudad, ahora somos vigilados desde nuestros propios cuerpos", con las medidas excepcionales en torno a la vacunación y el control del covid-19, explica Romero, nacida en Ciudad de México.
Su esperanza sería que esos espejos, habituales en comercios o lugares públicos, vuelvan a servir algún día "como la función que tenían en el arte, desde el siglo XVII, para reflejar la imagen de los seres humanos, no para vigilar".
Romero fue contactada por las autoridades parisinas tras destacar con instalaciones en Tourcoing ("La ruta de las plumas de oro") y en Lille ("Soles de oro"), ambas en 2019.
Los bordados, los motivos, los colores mexicanos son versionados y le sirven para arrojar una mirada crítica sobre su entorno, sobre la migración a Estados Unidos, o la violencia.
Su obra ha podido ser también contemplada entre otras ciudades en Buenos Aires, Dallas o Madrid.