/ domingo 9 de febrero de 2020

El telar: arte y tradición

El oficio fue introducido en Querétaro por monjes dominicos y franciscanos que se instalaron en Colón para evangelizar

En el municipio de Colón se localiza La Escuela del Telar, dirigida por el maestro José Vega Ibarra, quien inició a los 11 años de edad en el arte de tejer con lana. El es la cuarta generación de su familia que se dedica a este oficio, ya convertido en toda una tradición y en un estilo de vida: “tengo 63 años de edad, 52 de los cuales he estado tejiendo”.

La escuela cuenta con 10 telares, algunos de entre 80 y 100 años de antigüedad. Comenta el maestro que esta tradición proviene de Italia, quizá desde Génova hace unos 400 años o más. Fue introducida en Querétaro por monjes dominicos y franciscanos que se instalaron en Colón para evangelizar y enseñar el arte del telar.

Son ya 5 años de dirigir la escuela. Se trabaja con lana de borrego para la elaboración de prendas de vestir para hombre y mujer por igual. Las estudiantes confeccionan morrales, cojines, tapetes, guantes, bufandas, chalecos, jorongos y más. Depende de la complejidad de la prenda y la experiencia, el tiempo de elaboración puede variar de dos días a 10 horas.

Comenta que las artesanías son comercializadas principalmente a nivel local y estatal. Una parte se lleva a otros estados y a Ciudad de México.

“Invito a las personas a conocer la escuela y a aprender este arte, aquí se les trata con respeto y se les enseñan varias técnicas, estamos por la tercera generación de la escuela y hemos tenido unas 20 alumnas, me he enamorado de esta artesanía”.

En el municipio de Colón se localiza La Escuela del Telar, dirigida por el maestro José Vega Ibarra, quien inició a los 11 años de edad en el arte de tejer con lana. El es la cuarta generación de su familia que se dedica a este oficio, ya convertido en toda una tradición y en un estilo de vida: “tengo 63 años de edad, 52 de los cuales he estado tejiendo”.

La escuela cuenta con 10 telares, algunos de entre 80 y 100 años de antigüedad. Comenta el maestro que esta tradición proviene de Italia, quizá desde Génova hace unos 400 años o más. Fue introducida en Querétaro por monjes dominicos y franciscanos que se instalaron en Colón para evangelizar y enseñar el arte del telar.

Son ya 5 años de dirigir la escuela. Se trabaja con lana de borrego para la elaboración de prendas de vestir para hombre y mujer por igual. Las estudiantes confeccionan morrales, cojines, tapetes, guantes, bufandas, chalecos, jorongos y más. Depende de la complejidad de la prenda y la experiencia, el tiempo de elaboración puede variar de dos días a 10 horas.

Comenta que las artesanías son comercializadas principalmente a nivel local y estatal. Una parte se lleva a otros estados y a Ciudad de México.

“Invito a las personas a conocer la escuela y a aprender este arte, aquí se les trata con respeto y se les enseñan varias técnicas, estamos por la tercera generación de la escuela y hemos tenido unas 20 alumnas, me he enamorado de esta artesanía”.

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