De acuerdo con el Cronista Honorario de Tequisquiapan Juan Carlos Hernández Nieves, el puente más antiguo del continente americano está en la comunidad de San Nicolás.
Data del año 1561 y fue trazado por Fray Sebastián de Aparicio, quien fue uno de los principales impulsores en el traslado de carretas y comienza a amansar a bueyes y mulas, por lo que se le conoce como el primer charro de América.
Es considerado el puente más antiguo del estado y una de las construcciones coloniales más antiguas que aún se mantienen en pie. Dentro del Camino Real de Tierra Adentro, Fray Sebastián de Aparicio ubico el lugar más angosto de la corriente del Río San Juan y lo construyó en los límites entre San Juan del Río y Tequisquiapan.
Es un puente 150 años más antiguo que el Puente de la Historia. Servía para el traslado de lo que se sacaba en las minas de plata, en el camino de la Ciudad de México a Zacatecas, pues era uno de los pasos obligados. La construcción del puente es de cantera y tiene elementos que se trajeron de los cerros aledaños, como las lajas o piedras que se extraen de las minas de ópalo de la Comunidad de La Trinidad.
El puente actualmente se encuentra en total abandono y cubierto por la maleza. El cronista cuenta que por mucho tiempo se perdieron las piedras centrales que tenía la inscripción original: “hasta hace dos años encontré las piedras, estaban en un lugar en donde las usaban para colocar cervezas y jugar baraja. Ahora ya están resguardadas en el Centro Cultural”.
Este puente también es conocido como el puente del diablo, pues cuenta la leyenda que al constructor se le encargo de manera muy rápida la edificación del monumento, y para lograrlo, hizo un pacto con el diablo. De acuerdo con la leyenda, el puente estuvo listo de un día para otro.
Para Juan Carlos es importante difundir la historia: “en la Asociación de Cronistas del Estado de Querétaro, tenemos la firmeza de decir que es el puente más antiguo del continente, aunque habría que hacer investigación, porque hay muchos puentes que no tienen datos históricos o que están perdidos entre los cerros y la maleza”.
Y aunque es uno de los monumentos históricos más importantes del Estado, aún es incierto su destino: “muchos consideran que si traemos gente a que conozca el puente, van a vandalizarlo. Otros quieren que nadie sepa donde esta y quede oculto. Nosotros tenemos la intención de rescatarlo, hacerle un bardeado con maya y poder exhibirlo”.