Leticia Jaramillo Policarpio es la encargada del Templo del Calvario y cada año, como es su costumbre desde hace 12 años, lleva a su niño Dios a la bendición “en esta ocasión lo traigo como la advocación de Jesucristo sumo y eterno sacerdote. Para mí es mantener viva nuestra fe. Hay que adorarlo y arrullarlo. Muchos le tienen veneración al niño Dios”
El Día de la Candelaria es muy importante para la fe católica. Así lo demuestran Aurora Puga Hurtado y Omar López Quintana, el matrimonio que participa por primera vez con su niño Dios “lo traemos de médico cirujano, y lo encomendamos a mi esposa porque la van a operar y es una cirugía muy importante. Lo hacemos con fe y devoción. Nos lo dieron en la casa de mi familia en diciembre pasado, pues la tradición en la casa de mi mamá es de años” confirma Omar.
“Es la primera vez que tengo un niño Dios. Nosotros como pareja es una bendición tenerlo en nuestra casa, desde que lo arrullamos no nos ha dejado, son bendiciones tras bendiciones. El niño es muy milagroso. Le tenemos su lugar especial junto a la virgen de Schoenstatt, de la cual somos muy creyentes. Es importante mantener la fe que nos inculcaron desde niños” afirma Aurora.
Los fieles católicos coinciden que al niño Dios se le debe de hacer una comida en este día, festejarlo en el día del niño, cuidarlo y atenderlo como si fuera un hijo más de la familia.
Se recomienda tenerlo en un lugar especial de la casa, como los nichos dedicados a la Virgen de Guadalupe, o en algunas ocasiones se acompaña de los santos a los que la familia es devota. Al finalizar la bendición del niño Dios, se acostumbra regalar dulces a los presentes en la misa.