¿Cómo eran los dioses mayas? En la cultura de este pueblo mesoamericano, a las divinidades se las representaba en todas las etapas de su vida. Y cuando se desvanecían, podían renacer de nuevo, en señal de regeneración y resiliencia.
La exposición "Las vidas de los dioses: la divinidad en el arte maya", que se inaugura este lunes en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Met), trata de explicar a través de un centenar de obras el ciclo de la vida de estas deidades desde que nacen hasta su transformación, a veces, convertidas en temibles criaturas de la noche.
Creadas por maestros del periodo Clásico (250–900 d.C.) que vivieron en las ciudades reales de los bosques tropicales de Guatemala, Honduras y México, estas esculturas "evocan un mundo en que los reinos de lo divino, lo humano y lo natural se interrelacionan y entrecruzan", aseguran los curadores.
La exposición, con piezas procedentes de museos europeos, latinoamericanos y estadounidenses, así como otras descubiertas recientemente en Palenque (México) y del centro arqueológico de El Zotz (Guatemala), es una invitación a "experimentar el poder estimulante y profundo del arte visual maya", dice Max Hollein, director del Met.
"Estos artistas mayas dieron forma a los dioses recurriendo a la inspiración, mediante obras extraordinarias de gran complejidad visual y refinamiento estético", explica Joanne Pillsbury, curadora de arte americano antiguo en el Met.
Las cerámicas revelan las vidas agitadas que llevaban los dioses con lujo de detalles.
- Dioses y reyes -
Las esculturas y las vasijas de la exposición dan cuenta asimismo de la íntima relación entre la realeza maya y los dioses, así como el papel de la religión en el ejercicio de la autoridad política de este pueblo.
"En los textos jeroglíficos, los reyes aparecen actuando 'en compañía' de los dioses, les pertenecen", dice a la AFP el antropólogo de la Universidad de Yale, Oswaldo Chinchilla Mazariegos, asesor de la exposición.
"Los reyes no eran considerados como seres divinos en sí mismos, pero, tras la muerte, eran representados como seres comparables a los dioses, por ejemplo, se les retrataba con los atributos del dios solar y la diosa lunar (en el caso de las reinas fallecidas)", asegura.
Se creía que las esculturas encarnaban el poder y la presencia de lo divino, y los ornamentos de jade, concha y obsidiana adornaban a reyes y reinas y los conectaban simbólicamente con las fuerzas sobrenaturales.
La exposición, que estará abierta hasta el 2 de abril de 2023, explora también el origen del mundo, el equilibrio entre los dioses del día, como el dios del Sol K'inich, y los de la noche, como el dios Jaguar, y el papel de los escribas.
El sol se asociaba con las fuerzas que dan vida. Los gobernantes que se identificaban especialmente con este poder solían agregar el título K'inich a sus nombres.
Los mayas veneraban a los dioses de la lluvia, fundamentales para el bienestar de las comunidades, como el poderoso Chahk, o el dios de los rayos, la fertilidad y la abundancia, K'awiil.
El dios del maíz, alimento básico de su dieta, era representado como un ser eternamente joven y lleno de gracia, al que se asociaba con dos de los elementos más valiosos de su economía: el jade y el cacao.
- Obras con firma -
Solo cuatro de los libros creados durante el periodo prehispánico han llegado a nuestros días. Sin embargo, los textos que aún sobreviven en las esculturas y en las cerámicas permiten entender las alianzas, las conquistas y las creencias espirituales de la época maya clásica, dicen los curadores.
Otra particularidad de los artistas mayas es que firmaban sus obras, como se ha podido descubrir gracias a los recientes avances en el estudio de la escritura jeroglífica maya.
La exposición incluye cuatro obras de individuos identificados —como "Panel con mujer de la realeza" (795), de K'in Lakam Chahk y Jun Nat Omootz, y la "Estela 51 del rey Yuknoom Took’ K’awiil" (731), de Sak[...] Yuk[...] Took' y Sak [...] Yib'ah Tzak B'ahlam, así como otros ejemplos que pueden ser atribuidos a pintores mayas conocidos.