En el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe tuvo lugar significativa misa concelebrada para conmemorar 10 años de vida sacerdotal del P. Allan Carpenter Fritz Legionario de Cristo (LC), quien se congratuló en celebrarlo entre familiares, compañeros y amigos de esta ciudad y de otros estados que con gusto le acompañaron.
La misa fue presidida por él, acompañado de sacerdotes Legionarios de Cristo procedentes de Guadalajara, Aguascalientes, Querétaro y un padre Diocesano de León, Gto., Juan Pablo Aviña, Robson Ronqui, Juan Aurelio Iturralde, Rodolfo Ibarra, Gustavo Fernández, Oscar Pérez, Sergio Salcido, Esteban Castellanos y Jorge Balderas.
El P. Allan expresó su agradecimiento a Dios, a sus papás y demás familia por su apoyo y cariño, a la Legión y al movimiento “por ser mi familia y donde Dios ha querido llamarme a vivir ´su´ vocación”, así como al grupo de apostólicos, que le acompañaron.
En la homilía el P. Allan hizo alusión a la historia de San Juan Diego para referirse al llamado que, de diferente modo, Dios nos hace a cada uno para seguirle, citando: “Juan Diego escucha en silencio. No dice nada, pero actúa. La dificultad le hace pensar que no es digno de ese encargo: soy sólo un hombrecillo. La Virgen lo confirma en su misión: Tú eres mi servidor, muy digno de confianza”, dedicando explicación a cada una.
En las primeras filas se encontraban sus padres, señores Frank Carpenter y Luz María Fritz de Carpenter así como sus hermanos: Frank, Cinthia, Michelle, Brenda y Andrea con su respectiva familia acompañándolo en su acción de gracias por diez años de haber elegido la vocación sacerdotal, fiel al misterio de amor desde que fue ordenado en diciembre del 2009.