La Basílica de la Virgen de los Dolores en Soriano se encuentra en el municipio de Colón en Querétaro, localizada a un costado del templo de Santo Domingo, mismo que recibe al año poco más de 2 millones de fieles que acuden a visitar a la Santísima Virgen de los Dolores, sea para pedir favores, pagar una manda o el Viernes de Dolores, darle el “pésame” por la muerte de su hijo Jesucristo.
Según el historiador del lugar está bellísima y antiquísima imagen de la Dolorosa fue llevada al templo de Santo Domingo en 1705, por la orden de los hermanos Dominicos, donde se realizó su recinto donde actualmente se encuentra y fue construido entre 1880 y hasta 1912.
Para antes del Viernes de Dolores, los fieles llegan diariamente a visitarla en su casa y celebrar la fiesta del pueblo de Soriano, misma que comenzó el pasado 11 de marzo y culmina el 8 de abril.
Las peregrinaciones de todo el estado y otros lugares de la República, refleja el acervo y amor que se le tiene a la santa imagen, personas que caminan por un largo periodo llegan movidas por su fe, esa que cuando todos los caminos se cierran, se busca en la ayuda divina.
Miles de personas se ven llegar a Soriano cargadas con flores, veladoras, imágenes y un cometido: pedirle por la salud, llorar sus penas, buscar alivio a su dolor; cada caso es diferente pero sin duda lleva un solo objetivo y es encontrarse con quien se dice es una madre bondadosa, que siempre tiene los brazos cargados de amor y el consuelo que solo una divinidad como ella otorga a los que la buscan con fe.
“Cada año llegó a visitar a mi madre, es una costumbre que nos inculcó mi abuela y hoy se las enseño a mis nietos. Siempre le pido por mi familia y ella siempre está a mi lado”, menciona Jacinta Reyes, quien llegó el domingo pasado a escuchar misa en la Basílica y bendecir su imagen que a su decir estará expuesta el próximo Viernes de Dolores en su domicilio en la colonia Satélite de la capital queretana, donde además como reza la tradición, estará obsequiando agua de limón con chía, misma que recuerda las lágrimas de la Santísima Virgen durante la crucifixión de su hijo.
Para la familia Ortiz Morales, llegar por primera vez a Soriano es un acto movido por la esperanza que el jefe de la familia recupere su salud, “mi señor tiene una enfermedad pulmonar, batalla mucho y los médicos no han encontrado bien que sea. Hoy venimos todos (…) acá están sus hijos, nietos, mis nueras y mi yerno, todos venimos para que mi viejo se levante y vuelva a tener ganas de vivir”, menciona Leona García quien junto a sus seres queridos caminaron desde La Esperanza, municipio de Colón a pedir a la Virgen de los Dolores.
Son muchas las historias, cada quien sabe lo que lleva a cuestas, no importa la edad o la condición, sea caminando, en bicicleta, en autobús o vehículos particulares, los fieles acuden a los pies del altar mayor para venerar a la madre de Dios.
Durante el trayecto también se cuentan historias, leyendas urbanas que rondan el andar de los peregrinos como el de la “bruja” que trata a toda costa que estos no lleguen a visitar a la Virgen.
Se dice que cada año este “ser maligno”, se aparece y pierde a los creyentes, llevándolos a otros cerros lejanos a Soriano. Muchos otros han sufrido caídas, se han sentido mal, entre otras cosas misteriosas que pasan durante el recorrido que hace que los peregrinos lleguen tarde o de plano se vean imposibilitados para acudir a saludar a la Santísima Virgen de los Dolores.
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Pero como dicen, la fe mueve montañas y para los fieles nada, ni ninguna bruja, obstáculo o imprevisto, pueden hacer que ellos no acudan a adorar a la madre de Dios en busca de protección y consuelo, la Santísima Virgen de los Dolores de Soriano.
