Un Miguel Ángel con todo su genio creativo, pero temperamental y sucio, es como lo describe el director ruso en el filme "The Sin" (El pecado), rodado en Italia con escenas magistrales.
"No es una película biográfica, sino la visión de los momentos más caóticos de su vida", explicó el cineasta, poco antes de su estreno el día de ayer, en el Festival de Cine de Roma.
La nueva película del conocido cineasta ruso abarca el periodo más productivo del genial artista italiano, cuando creó los frescos de la Capilla Sixtina y la escultura del David.
"Tenía un carácter terrible, le gustaba el dinero, era tacaño, hacía las cosas a la italiana y era profundamente humano. Quiero que al final de la película se sienta que uno lo conoce", sostiene el cineasta.
Konchalovsky consultó a expertos en arte italiano, leyó cartas y poemas, para poder describir a uno de los más importantes artistas de la historia, tanto por sus esculturas como por sus pinturas, y cuya labor artística duró más de setenta años entre Florencia y Roma.
El Miguel Ángel (1475-1564) del cineasta ruso es desaliñado, barbudo, tiene las manos sucias, uñas rotas, cabellos llenos de polvo.
"Quería mostrar no sólo la esencia de Miguel Ángel, sino también los colores, olores y sabores de su tiempo, sangrientos y crueles, pero llenos de inspiración y belleza", asegura Andrei Konchalovsky.