La palabra chaneque es náhuatl y significa “los seres que habitan en lugares peligrosos” o “dueños de la casa”, y son los encargados de cuidar los bosques, selvas, animales silvestres y manantiales.
Se cree que estos seres no lo pueden asustar a las personas, sino también hacerles perder su tonalli que es la energía vital de acuerdo al tonalpohualli que es un calendario mexica.
Se dice que son espíritus traviesos con aspecto de niños que esconden objetos o se presentan ante las personas para distraerlas y que se pierdan en su camino, aunque también podrían recompensar con riquezas o buena fortuna.
Hay diferentes descripciones del aspecto de un chaneque, una es que miden un metro y veinte centímetros de altura, tienen los pies al revés, cuerpo deforme, cola y solo una oreja; otra descripción es que son enanos con rostro de niños, así como su voz infantil, sin embargo con el rostro avejentado.
En Tuxtlas, Veracruz, dividen a los chaneques en dos grupos, los asociados al bien y al mal; algunos velan por los humanos, pero castigan a los pecadores, especialmente a los adúlteros, gracias a dos animales mágicos que son, el burrito lúpu’ti y el gatito shúnu’ti.
Las leyendas de los chaneques siguen vivas en los estados de Veracruz, Tabasco y Chiapas.
Fuente: neomexicanismos. com