¿Alguna vez habías escuchado de un refrigerador que funciona como una biblioteca? De eso trata la propuesta del ‘Refrigerador Literario’ que acaba de abrir sus puertas en nuestra ciudad con el objetivo de fomentar la lectura en espacios públicos.
Este electrodoméstico literario nace de la propuesta llamada “Refrigerando la imaginación”, la cual es impulsada por Kúlturi –promotor queretano de eventos culturales con impacto social– en alianza con la plaza comercial Puerta La Victoria.
“Nos inspiramos de un proyecto llamado ‘Bibliorefri’ que inició en Sinaloa y que me parece se está por desarrollar también en Guadalajara. Nosotros como Kúlturi nos dimos cuenta que no había algo similar aquí en Querétaro y creemos que es una muy buena idea porque en primer lugar aborda el tema de la reutilización de electrodomésticos a la vez que promueve la lectura. Además consideramos que es una muy buena excusa para generar comunidad al habilitar un espacio donde se puede suscitar la apertura de círculos de lectura y de intercambio de libros”, explicó Aline Alonso –encargada de Comunicación y Relaciones Públicas de Kúlturi– para DIARIO DE QUERÉTARO.
De acuerdo con Jonathan Manríquez, content manager de la plaza, la idea de este proyecto es que la gente pueda leer los ejemplares durante su permanencia en la plaza o, inclusive, llevárselos a sus casas bajo la condición de que tengan que dejar uno nuevo en su reemplazo. “Lo que queremos es que el refri siempre esté lleno. Algunos títulos fueron donados por Kúlturi, otros por nosotros, y lo que nos gustaría es que de alguna manera siempre tengamos rotación de libros. Finalmente lo que queremos es impulsar el hábito de la lectura, y pues este refri se encuentra en un punto estratégico para todos los que quieran formar parte de esta iniciativa”, explicó el content manager.
Los 50 ejemplares disponibles se encuentran sellados con el logotipo de Puerta La Victoria y Kúlturi donde se especifica que se encuentra prohibida la venta de dicho título. Entre las opciones que se encuentran hay libros infantiles, juveniles, de literatura universal, clásicos literarios, novelas contemporáneas, e inclusive textos especializados en música.
Para realizar un préstamo o intercambio de libros, los interesados deberán presentarse a las oficinas de la Administración –ubicadas en el sótano uno del estacionamiento, bajando las escaleras eléctricas ubicadas a un costado del local de Starbucks–. Ahí se realizará un registro del libro que quieren llevarse a su casa y del ejemplar con el que lo van a intercambiar. “Para el tema de las donaciones creo que es importante destacar que no recibiremos libros de texto, o sea que no sean de la SEP, o diccionarios. Mucha gente luego quiere donarnos ese tipo de textos y la idea en sí es que sean libros de literatura sin importar el público”, añadió Aline Alonso.
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El ‘Refrigerador Literario’ fue intervenido por el arte de Kristel González, una artista visual queretana, y “coloreado” por visitantes de la plaza durante la celebración del Día Internacional del Libro. Este espacio para la lectura puede ser encontrado en el nivel uno de la plaza, cerca de la tienda Gonvill
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