Después de tres meses de cierre por la pandemia de coronavirus, la Alhambra de Granada, exponente de la arquitectura islámica y uno de los monumentos más visitados de España, reabrió este miércoles con estrictas medidas de higiene y un aforo del 50%.
"Ha sido un orgullo poder estar aquí y poder ser la primera visitante en la Alhambra", dijo a AFP Mariana Castro Mendoza, una mexicana de 36 años residente en esta ciudad del sur de España.
Para marcar el momento, a Mariana se le permitió tañer la campana de la Torre de la Vela, "un gran orgullo", dijo, por ser "un símbolo de esperanza para todos".
El placer de reencontrarse con la Alhambra, un monumento habitualmente visitado en masa por turistas de todo el planeta, estuvo reservado a los vecinos de la ciudad, según constató AFP.
Y es que España, que vive sus últimos días de estado de alarma, no reabrirá sus fronteras con los demás países de la UE hasta el domingo, y con el resto del mundo a partir del 1 de julio.
La reapertura del monumento, bajo un cielo impoluto y con la silueta de Sierra Nevada de fondo, tuvo lugar bajo medidas de seguridad omnipresentes.
El uso de mascarillas es obligatorio para los empleados del monumento y los visitantes, a la entrada se facilita gel hidroalcohólico, regularmente hay carteles recordando que debe guardarse una distancia interpersonal de dos metros, y con ayuda de flechas, se organiza el flujo de visitas para evitar aglomeraciones.
"Es un día alegre, porque nos volvemos a encontrar con nuestros visitantes", dijo a la prensa la directora del patronato que administra el monumento, Rocío Díaz.
El aforo, de momento, es del 50%. Si en un día habitual se venden unas 4.250 entradas, "hoy miércoles estaremos en torno a 1.000 entradas vendidas", dijo Díaz.
"La Alhambra siempre es preciosa, pero ahora con menos gente siento que luce mucho más", dijo a propósito Mariana Castro.
La Alhambra (la Roja, en árabe), inscrita en el Patrimonio Mundial de la UNESCO, es un conjunto monumental que incluye palacios islámicos, jardines, una fortaleza y un palacio renacentista, el conocido como Palacio de Carlos V.
En los últimos años rondó los 2,7 millones de visitantes, ávidos de conocer los interiores de sus palacios, repletos de una exuberante decoración de motivos geométricos, patios y miradores.
Desde aquí reinó la última dinastía islámica de la Península Ibérica, los nazaríes, entre mitad del siglo XIII y el año 1.492, cuando los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, tomaron la ciudad y pusieron fin al Reino de Granada.