Una de las haciendas más importantes que tuvo el municipio de Pedro Escobedo se ubica en la comunidad de San Clemente. Su trascendencia deriva de las grandes extensiones de tierra que formaron parte de esta propiedad, lo que llevó a que sus dueños poseyeran una abundante riqueza y ejercieran un gran poder sobre los poblados de esta región del estado de Querétaro.
De acuerdo con información de la Dirección de Turismo del municipio de Pedro Escobedo, la Hacienda de San Clemente era poseedora del territorio que hoy comprenden las comunidades de Epigmenio González, Guadalupe Septién, Santa Cruz e Ignacio Pérez. Fue en estos sitios donde se concentró la mayor producción de la hacienda, generándole así una importante riqueza.
Por su parte, registros históricos señalan que el origen de esta hacienda se remonta al año 1758, siendo ¬Joaquín de Silva uno de sus primeros dueños. Además, refiere que el inmueble estaba compuesto por el casco donde se ubicaba la casa principal, así como dos capillas que al paso del tiempo fueron heredadas a los pobladores de esta comunidad. El templo más antiguo fue construido en 1808.
Asimismo, uno de los elementos importante de esta hacienda es la troje, en la cual se almacenaban grandes cantidades de granos y forrajes que eran cosechados de las cientos de hectáreas que formaban parte de esta hacienda. También cuenta con una tienda de raya, cuya función era proporcionar el pago a los trabajadores, además de que era un lugar donde se vendían productos como maíz, cal, chiles, pulque, frijol, sombreros, y hasta pulque.
La hacienda también cuenta con un patio donde se encontraban los corrales de los animales que eran empleados para el trabajo de campo. En este sitio también se guardaban las herramientas para estas labores como yugos, fustes, collares, cadenas, fierros de marca, entre otros.
Por su parte, dentro del libro “Haciendas de San Juan del Río, Querétaro”, se señala que en el siglo XIX la Hacienda San Clemente fue propiedad de don Esteban Díaz González, quien muy temprano escribió su testamento donde dejó como herederos a sus hijos. Sin embargo, en 1832, hizo modificaciones al documento y designó como albacea de sus bienes a su hija María de los Dolores.
El documento señala que “su hija María de los Dolores falleció temprano y la administración de los bienes recayó sobre otra de sus hijas, Rafaela Díaz y Torres. Por otra parte, la viuda Díaz González contrajo segundas nupcias con don Manuel Casabal. Madre e hija convinieron en depositar su confianza en don Manuel, quien así paso a administrar los bienes de la familia que estaba casada con Manuel Alvear”.
Según la Dirección de Turismo del municipio, actualmente la hacienda pertenece a la familia González de Cosío Olvera, quienes ha destinado el lugar como un espacio para llevar a cabo eventos sociales y rentarlo para días de descanso.